Buscar en este blog (recuerda los acentos, cuando los lleve):

miércoles, 10 de marzo de 2021

Esquivel and his orchestra - Strings aflame

Artista: Esquivel and his orchestra
Álbum: Strings aflame (Cuerdas en llamas)
Año: 1959
Género: Space age pop
País: Estados Unidos / México
Fuente de análisis: LP original (1959), RCA Victor [LPM-1988 / LPVC-65] {Colombia}

Lista de canciones:

LADO A

 1. Guadalajara
 2. Scheherazade
 3. Parade of the wooden soldiers (Desfile de los soldados de madera)
 4. Andalusian sky (Cielo andaluz)
 5. Misirlou
 6. Sun Valley ski run (Carrera de ski en el Valle del Sol)
  
LADO B

 7. Malagueña
 8. Fantasy (Fantasía)
 9. Foolin' around (A punto de enloquecer)
10. Gypsy lament (Lamento gitano)
11. I love Paris (Yo amo a París)
12. Turkish march (Marcha turca)


Producido por Johnny Camacho


Sobre el disco (por Stanley Green, contributivo de la revista Hi Fi):

Una de las consecuencias casi inevitables de una grabación hecha con cuerdas es que a menudo, todos los instrumentos suenan como si hubieran sido empapados en miel. Sin embargo, lo que Esquivel ha hecho tan maravillosamente, es utilizar los violines, violas, chellos, guitarras y bajo, de modo que el algo contenido de azúcar a que nos referimos anteriormente, fuera remplazado por un sonido compacto y excitante, completado con una casi deslumbrante variedad de matices y colores.

Esquivel comienza su concierto con un grupo de cuerdas integrado por diez y ocho violines, cinco violas y cinco chellos los cuales irrumpen de lleno en la vigorosa danza, "Guadalajara". Un firme ritmo latino da marco al rico sonido de las cuerdas: órgano, xilófono y, por supuesto, el piano de Esquivel.

"Scheherazade" es ejecutada por un grupo ligeramente más pequeño que plasma todo lo inherente al exotismo de la música de Rimsky Korsakoff. El oboe, primero, traza el tono melódico, y luego las violas toman el tema a medida que los violines se vuelven ondas musicales, cumpliendo una función de vaivén dentro de la tesitura de la música.

Aunque "El desfile de los soldados de madera", apenas sugiere el uso de cuerdas, en las manos de Esquivel se tornan perfectamente apropiadas para el estilo juguetonamente infantil de la música. Entre los instrumentos representados están el xilófono y el órgano.

"Cielo andaluz", logra un comienzo exitante y continúa su brillante ritmo a todo lo largo de la melodía. Con un remolino de cuerdas y redobles de castañuelas, el conjunto logra transmitir acertadamente, mucho del espíritu de España.

De origen griego, el tema impetuoso de "Misirlou", se escucha inicialmente en el oboe y luego se precipita sobre las cuerdas en un arrebato sonoro. El piano del director da la sensación de que es ejecutado a dúo consigo mismo en un alarde de técnica que se destaca muy especialmente. 

Captando el espíritu de una alegre diversión invernal, "Carrera de ski en el Valle del Sol" es una selección que parece verdaderamente tomada de una carrera de ski. Digamos que es como una invitación cursada para participar en un deslizamiento a través de la nieve, guiada por tañidos de campanas, piano, guitarra y xilófono.

Acompañado por cuerdas, el clavicordio de Esquivel nos presente "Malagueña" es un estilo de suspenso. Las cuerdas paulativamente le van dando cada vez más cuerpo al "zu-zu-zu" del grupo coral y al firme "ta-ta-ta" de las castañuelas. Un breve tramo rítmicamente más bajo, pone un adorno al clavicordio a las cuerdas, luego todo eso desaparece mientras la orquesta toda, retoma la línea final de la melodía.

Describiendo "Fantasía", Esquivel ha dicho: "El corte musical de 'Danza quinta' de Brahms como la canción 'Dos guitarras' caen tan bien una para la otra, que juntas parecen la cosa más natural. Hasta resulta casi imposible poder distinguir cuándo termina una y cuándo comienza la otra. El clima y el colorido gitano de esta amalgama musical son logrados por las voces, las cuerdas, el xilofón y particularmente los efectos del piano intercalados en un pasaje cerca del final.

Un número original de Esquivel: "A punto de enloquecer", es un tema fuerte y decidido que encuentra apoyo en el pizzicato de las cuerdas, en la simpleza de un piano y en la trompeta de "Glyde McCoy" que se destaca brillantemente en el sostenimiento de la nota feliz.

"Lamente gitano", de María Grever, es una hermosa, pero un tanto subestimada canción que con la orquesta en pleno de Esquivel, logra finalmente la atención que se merece. La majestuosa belleza de su tema se pone de manifiesto cuando al final, un coro vocal sin palabras, es adornado con un solo de violín que se escucha suavemente sobre el piano de Esquivel.

Un acordeón impone un auténtico sabor parisino en "Amo a Paris", de Cole Porter, que le da a las cuerdas y al grupo coral una oportunidad magnífica para demostrar la habilidad de Esquivel como arreglista.

"Marcha turca", de Mozart, comienza con una introducción grandiosa que con el órgano crea una atmósfera de juguete oriental. Un diálogo rápido entre el piano y las cuerdas es iterrumpido por un gong, después del cual un deliverado ritmo de Marcha define el redoblar del tambor. Cerca del final el pulso de la música acelera sus latidos mientras las cuerdas, el xilofón y el piano, compiten entre sí en un imponente broche de oro.

2 comentarios:

  1. FLAC(LP): https://thinfi.com/01me1
    HD(Parte1): https://thinfi.com/01me2
    HD(Parte2): https://thinfi.com/01me3
    HD(Parte3): https://thinfi.com/01me5

    ResponderBorrar
  2. ¡Muchas gracias! ( ´ ▽ ` )ノ

    ResponderBorrar

Buscar en este blog (recuerda los acentos, cuando los lleve):