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jueves, 31 de enero de 2019

José Antonio Nachón - Canciones

Artista: José Antonio Nachón
Álbum: Canciones
Año: 1981
Género: Trova, Folk Rock
País: México
Fuente de análisis: LP original (1981), Finisterre [JAN 01A-B] + CD reedición (1998), Finisterre [CD JAN 01]

Lista de canciones:

LADO A

 1. Canción de la muerte enamorada
 2. Basta con salir a las calles
 3. Algo más que vida
 4. Canción sin nombre
 5. Canción de los caballos

LADO B

 6. Como siempre
 7. Sobre esta tierra
 8. Doña Sol
 9. Tú lo sabes hermano
10. Vi a los ángeles perder las alas
11. Si viene la muerte

- Pista adicional del CD reedición (1998), Finisterre:

12. Escúchame hermano. Guerra contra guerra (Publicada en Francia 1983)


Músicos:
José Antonio Nachón - voz y guitarra
Javier Domínguez Pola - guitarra
Eduardo Pallares Santillán - guitarra
Gerardo Caro Guzmán - viola
Abel Garrido Guzmán - viola
Javier Platas Jaramillo - cello


Sobre el disco: 

Considerado como el primer compositor de trova oscura en México, con letras inspiradas en los poetas malditos, a principios de los ochenta José Antonio Nachón creo todo un concepto de letras deprimentes y un sonido sinfónico obscuro. En esa difusa frontera entre la trova y el rock, nos encontramos con la obra de José Antonio Nachón quien también es considerado por varios como el primer gótico mexicano.

Arpegios de guitarras acústicas, el sonido lúgubre de instrumentos de cuerdas y alientos dan toda la atmósfera a este material, eso más el instrumento principal que es su voz con ese tono profundo cargado de melancolía y tristeza por aquellos instantes que se sienten constantemente de desamparo por el entorno, por la situación social, por la vida misma. ¿Valdrá la pena vivir así o habrá que re-enamorarnos de eso deseo de vivir? ("Canción de la muerte enamorada") Parece que los instantes de felicidad son pocos a comparación de los momentos de dolor. "Basta con salir a las calles" para percatarnos de que esas dificultades las afrontamos la mayoría en gran medida, son cuestiones de las que no podemos alejarnos. Y es que no basta simplemente con el amor, como cantaban Los Beatles durante el auge del aquel movimiento hippie quienes decían "Todo lo que necesitas es amor" ("All you need is love"). Hace falta algo más que amor para vivir, "Algo más que vida" para sentir; somos seres complejos con diversas necesidades y en sociedad esta complejidad se multiplica. Las relaciones entre individuos crean lazos, diferencias de intereses, en las naciones el poder se reparte y empiezan los conflictos. Nuestro país no es una tierra propicia para los artistas y el arte, sin embargo, pese a los pronósticos se ha gestado, aunque el artista difícilmente pueda vivir de lo que mejor hace. Por ello es difícil cantarle a una patria con un entorno plagado de violencia por un gobierno represor que busca ocultar sus actos con mentiras, sometiendo a los débiles y callando a los disidentes ("Canción sin nombre"). 

Cesan momentáneamente los pesares del artista para entregarnos una pieza peculiar dentro de este catálogo de canciones. En "Canción de los caballos" se deja empapar por los sonidos del folclor nacional y con ayuda de los instrumentos de cuerda frotada nos entrega un huapango a su estilo con el ragueo habitual del mismo, expresando sus emociones que cual si fueran caballos se desbocan, permitiendo en él la ambivalencia del sentir.

En el lado B del disco volvemos al pensamiento pesimista de esperanzas vagas, como si la realidad mordiera de nuevo. Viendo el pasar del tiempo como ante la incapacidad de hacer algo para parar el sufrimiento y nos volvemos a dar cuenta que ese es el sentir general, "Como siempre". Pareciera que los frutos que crecen "Sobre esta tierra" no son suficientes para acabar con el hambre y la miseria, la gente más desvalida es arrullada por la muerte que los llevará al sueño eterno. A esa gente sólo le queda refugiarse en sus sueños y fantasías, quizás lo único que los motiva a seguir, sin embargo esto no nos abstraerá para siempre de la soledad que sintamos ("Doña Sol"). Somos seres sensibles, duele palpitar, duele el viento, duele la piel, duele la patria, duelen los hombres, duele lo injusto, duele la historia, duele la vida... pues antes de darnos la vida, nos entregaron la muerte, que es lo único que tenemos garantizado ("Tú lo sabes hermano"). Y así vemos morir a gente inocente todos los días, por hambre, por guerras y esa sensación de abandono se agudiza ¿quién o qué los trajo a esta existencia a perder así la vida? ("Vi a los ángeles perder las alas"). Pero finalmente no vale la pena dejarse someter por esas emociones negativas, pues una vez asimiladas las experiencias lo importante es levantarse y hacer algo, salir a desgarrar soledades, a matar las penas, despertar por encima del bien y del mal, para que así "Si viene la muerte" nos vayamos con la dignidad de saber que, pese a las adversidades, luchamos hasta el final buscándole un sentido a nuestra existencia sin dejar someternos. Así, aunque la muerte llegue, quedará nuestro legado. Y tal como lo presagiaba el artista al final de esta su obra, José Antonio Nachón logró vencer a la misma muerte. 

Dile al amor que hoy le haré la guerra
Dile a la guerra que hoy le haré la paz
Dile a la paz que hoy le haré justicia
Y dile a la libertad que hoy le haré el amor

Si viene la muerte 
Si viene a buscarme
Dile que me espere que hoy le daré la vida
Dile que me espere que hoy le daré la muerte



- Arte del disco:
CD reedición (1998), Finisterre.

7 comentarios:

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