Briseño y El Séptimo Aire - Está valiendo... el corazón

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Artista: Briseño y El Séptimo Aire

Álbum: Está valiendo... el corazón 

Año: 1986

Género: Rock

País: México

Fuente de análisis: LP original (1986), Comrock [LRM 2015] + CD reedición (2016), Producciones P&P [CDPYP126] + Disco adicional en formato AAC: Bootleg Briseño #1

Lista de canciones:

LADO A

 1. Túnel 29

 2. Jugador (saca Maradona)

 3. Dónde estabas

 4. Sótano en blues

 5. La escena me traspasa

LADO B

 6. Cruciflexo

 7. El botellazo

 8. Violencia, drogas y sexo

 9. A Rodrigo (Un aplauso al corazón)

- Disco AAC adicional: Bootleg Briseño #1:

1. Dónde estabas (repetición 6-dic-2018)
2. Cruciflexo (repetición 22-nov-2018)
3. Túnel 29 (repetición 15-nov-2018)
4. Dónde estabas (en vivo Tenxokotl, 20-dic-2018)
5. Túnel 29 (en vivo Tenxokotl, 20-dic-2018)
6. Cruciflexo (en vivo Tenxokotl, 20-dic-2018)
7. A Rodrigo (en vivo Tenxokotl, 20-dic-2018)
8. El árbol de la noche triste (en vivo Tenxokotl, 20-dic-2018)
9. A Rodrigo (nueva versón en estudio, 19-sep-2017)
10. A Rodrigo (Briseño y El Glorioso Magisterio en vivo, 19-sep-2015)

Músicos:

Hebe Rosell - voz en 2, 4, 5 y 7; sintetizador Yamaha DX7 en 3, 4, 8 y 9; piano en 1, 5 y 7; flauta en 3; saxo tenor en 6; coros.

Sabo Romo - bajo en todas; guitarra en 2; coros.

Juan Carlos Novelo - batería; coros en 7.

Octavio "Sopas" Espinoza - saxo alto en 2, 4, 5, 7, 8 y 9; saxo soprano en 1, 3 y 6; coros.

Guillermo Briseño - voz en 1, 3, 5, 6, 8 y 9; piano en 3, 4, 5, 7, 8 y 9; DX7 en 1, 2, 6 y 7; guitarra en 5; coros.

Créditos adicionales en las notas del disco.

Sobre el disco:

Después de su disco en solitario "Ausencias e irreverencias" (1983), pasarían tres años para que Guillermo Briseño regresara al estudio en compañía de Hebe Rosell, con quien había integrado un nuevo grupo denominado El Séptimo Aire, conformado por Sabo Romo al bajo (futuro integrante de Caifanes), Juan Carlos Novelo en la batería (también miembro de Caifanes en su etapa inicial) y Octavio Espinosa "El Sopas" en el saxofón. Este disco editado originalmente por Comrock y reeditado un año después por WEA es quizás el más reconocido en el catálogo del siempre infravalorado Memo Briseño que por cuarta ocasión consecutiva nos entrega un álbum excepcional, y quizás el más accesible para los que inician en el descubrimiento de la obra de este genio, ya que aquí se aleja un poco del lenguaje poético y más rebuscado al que nos tenía habituados sin perder su enfoque crítico e inteligente.

Pese a que en nuestro país se vive una gran pasión por el fútbol (que lamentable no corresponde a los resultados que nos han entregado los equipos en dicho deporte), son pocas las canciones en el rock mexicano que traten del tema, posiblemente las siguientes sean de las pioneras en dicha cuestión (antes recuerdo la canción "El fútbol" de Naftalina y "Saque de meta y pique" de Botellita de Jerez). Arrancando el disco, Memo nos entrega dos de sus composiciones (en colaboración con Jaime Moreno, Octavio Espinoza y Hebe Rosell) basadas en esta pasión por el balonpié, "Tunel 29" y "Jugador (saca Maradona)". La primera nos relata un incidente ocurrido en uno de los túneles del estadio, en la que aparentemente un aficionado muere aplastado por una multitud. La canción es cantada en primera persona y es abordada desde una perspectiva bastante relajada ante la situación; francamente desconozco si haya sido inspirada por un evento real, pero no descarto la posibilidad. Ese mismo año Botellita de Jerez sacaría una versión de esta canción en un estilo más guapachoso. En la versión de Memo destaca la destreza del joven Sabo Romo en el bajo luciéndose con líneas de gran fluidez.

La siguiente canción está evidentemente inspirada y dedicada al legendario futbolista argentino Diego Armando Mardona, quien en el mundial de México 86 se alzara con la copa del campeonato mundial para su país, siendo el cenit de su carrera y destacando como el mejor futbolista de su época. La voz de esta balada la lleva su compatriota Hebe Rosell en esta poderosa interpretación.

"Dónde estabas" tiene la estructura de un tema jazz fusión con ciertos pasajes que recuerdan al rock progresivo. Va en ascenso hasta llegar a una coda efusiva con las voces que repiten su mensaje final. Por supuesto no podía faltar el blues en el catálogo de Briseño y en "Sótano en blues" (letra de Rocío Cornelio) nos entregan una excelente pieza donde luce otra vez la voz de Hebe, iniciando a manera de suave balada que a la mitad se agiliza para reventar en emoción e intensidad.

En nuestro país el artista difícilmente puede vivir de su labor artística, la situación empeora para los músicos de rock pues este no es un producto rentable aquí, como sí lo es en otros paises donde la escena roquera está más desarrollada. Esta falta de oportunidades es lo que denuncia Memo y su banda en "La escena me traspasa", una composición del gran Jaime Moreno Villarreal en colaboración con el interprete.

A continuación un par de canciones que bien podrían ser el momento cumbre del disco y cuyas temáticas se conectan entre sí desde dos perspectivas. "Cruciflexo" aborda el tema de cierto público que abunda en los conciertos de rock, que sólo asisten a las tocadas para aprovechar el ambiente propicio para drogarse con la música que acompañe su "viaje". Por los detalles de la letra nos percatamos que los individuos en cuestión deben ser chicos de barrio de escasos recursos ("la banda", pues) que utilizan estupefacientes a su alcance. La música tiene un intro estilo doo wop que se repite a mitad de la canción con un arreglo de voces en contrapunto entre todos los integrantes, para entrar de lleno posteriormente una dupla de saxofones con el resto del grupo en un estilo más funk (Se recomienda la lectura del siguiente análisis: Cruciflexo). De este modo Briseño nos entrega una mordaz crítica, sin sonar de ninguna manera moralista, que viene a rematar con el siguiente tema donde ahora sí el público ya "se pasa de lanza".

"El botellazo", al parecer está inspirada en un incidente (que lamentablemente de esos debieron abundar) en que el público lanzó una botella al músico estadounidense Johnny Winter en su visita a México y en pleno concierto, lo que provocaría la cancelación al instante del mismo. Denuncia entonces la falta de respeto del público hacia los artistas, especialmente de rock que eran los más expuestos a estos ambientes en eventos con poca o nula seguridad, poniendo por momentos en riesgo su vida si no atendían las peticiones del público, especialmente aquellos como los que relatan en la canción anterior. Una de las grandes baladas del rock mexicano que arranca con su estilo poético en voz de Hebe y termina en una climática coda que acompaña la voz de Memo en un lenguaje más directo demandando el respeto merecido (Se recomienda la lectura del siguiente análisis: El botellazo).

Y para rematar la crítica a la escena rocanrrolera del país no podían faltar los grandes productores de las discográficas y que mejor que con el tema "Violencia, drogas y sexo". Esta canción como es bien sabido fue grabada un año antes por Alex Lora para el disco debut de su banda El Tri y fue escrita entre Guillermo y Alex en un taller literario que organizaba Briseño en su casa.

Cierra el disco "A Rodrigo (Un aplauso al corazón)", un tema dedicado a la memoria del ya legendario Rockdrigo González quien había fallecido en el terremoto del 19 de septiembre de 1985. Al parecer está basado en una carta que le escribiera Guillermo a su amigo luego del incidente. Para esta canción recurre a su grupo de amigos cantantes entre los que se encuentran Eugenia León, Caíto, Betsy Pecanins, Amparo Ochoa, Margie Bermejo y Tehua, creando un coro de varios de los más destacados interpretes del Canto Nuevo y el Blues en nuestro país.

Así finaliza otra joya del maestro Briseño que nuevamente logra sorprendernos magnificando su estilo con este grupo de músicos de primer nivel con quienes sólo editaría este material. Sirva también de ejemplo para aquellos puristas o más bien simplistas del rock que pretenden definirlo a partir de la presencia de las guitarras eléctricas en las canciones (que de esos me he topado varios. Ejemplo de esto también son su anterior y posterior material y en este disco sólo dos canciones tienen guitarra pero no es protagonista en ningún tema). Ya después Briseño volvería a sus andanzas en solitario realizando algunas composiciones por encargo para su siguiente producción para la revista Nexos y participando antes en un tributo a López Velarde.

Si bien, penosamente, los tres primeros discos de Briseño no han conocido reedición alguna, afortunadamente este disco logró ser reeditado en fechas recientes en CD (2016). Aunado a eso, a finales de 2018 les fue posible a los miembros del Séptimo Aire reunirse (salvo Octavio Espinosa, Q.E.P.D.) para celebrar este hecho. El evento fue transmitido desde la Fonoteca Nacional y junto a las digitalizaciones habituales les compartimos también un disco bootleg de audios en formato AAC grabados de diversas fuentes como de la transmisión de dicho evento, transmisiones que realizó Guillermo en su página de Facebook, presentaciones en vivo y una nueva versión en estudio del tema "A Rodrigo (Un aplauso al corazón)". (POR FAVOR si les es posible compren la reedición en CD de este disco para apoyar al artista y que esto motive a que se logré el milagro de reeditar sus tres primero discos)

Y ya para complementar con una opinión más formal, les compartimos como es costumbre la reseña de Beto Ponce para la revista Proceso publicada poco después de la publicación del disco original:

Roberto Ponce (Revista Proceso, 19 de diciembre 1987)

Briseño y el Séptimo aire: Guillermo Briseño, Hebe Rosell, Octavio Espinoza, J.C. Novelo y Sabo Robo; COMROCK LRM No, 2915 producción 1986

Aunque el disco fue grabado a mediados de 1985 y finales de 86 cuando se editó, Briseño y el Séptimo aire es un acetato que ha campeado en el 87 como uno de los productos artísticos más valiosos del Rock Mexicano.

Luego de su viaje solitario del 83 (Ausencias e irreverencia, (Proceso 391)) llevando como numen a su compañera Herbe Rosell, Guillermo Briseño grabó este su cuarto elepé armándose con una muy buena banda de aquellas sesiones. Participaron Hebe (ex de Sanampay) en teclado, saxofón y voz; Octavio Espinoza, “El Sopas”, regio lobo del sax rockanrolero nacional y también en los coros; Juan Carlos Novelo con su fuerte experiencia en la batería, y Sabo Romo, joven bajista que había encumbrado su prestigio en la grabación realizada hacia 1986 con su incipiente grupo pop Taxi (Rock para bailar WEA NWN-6414).

Buen respiro este Séptimo aire para el pianista de rock y blues Briseño cuya música corresponde a un eslabón temático de diferentes voces poéticas conjugadas en las nueve canciones. El secreto del disco es resultado del taller literario que durante esta década se dio en su casa de Chimalistac; influencias recíprocas e intentos que le produjeron al propio Briseño piezas que lo aislaron en metáforas incomprensibles y un humor ad hoc.

Su relación con Alex Lora del Tri le permitió un lenguaje menos rebuscado, más “La banda”, así nació "Violencia, drogas y sexo", ejemplo de ese mudo enriquecimiento. También Lora es antecedente (para bien) de la merma académica en los rollos en que colabora Jaime Moreno Villarreal (La estrella imbécil, FCE 1986), como es el caso de las rolas "La escena me traspasa el corazón" y la coloquial "El botellazo", compuestas por ambos puntos.

Briseño, siempre independiente, tuvo que ceder, al menos con estas piezas: Así, en la primera cambió las líneas a "Está valiendo gorro el corazón", cuando canta en televisión. Y la segunda tuvo que acortarla por el tiempo que la disquera exigió, a una versión de poco tres minutos. No es que careciera de material, escogió lo mejor de aquellas sesiones que incluyeron otras rolas como "Puede ser Buenos Aire", "La gata hidráulica" y hasta un rock original.

Además de Moreno Villarreal y Hebe, “El Sopas” colabora. Cornelil escribe "Sótano en blues", musicalizada por Briseño. De éste, hay dos piezas totalmente suyas: "Dónde estabas" y "A Rodrigo (Un aplauso al corazón)". En ellas el compositor comparte su experiencia, el mundo del escucha es el suyo, propio y en movimiento:

"Hace cuánto tiempo / que no alzabas la vista / se te había olvidado / que un árbol se mece / que sus hojas brillan / y que entre sus ramas / el cielo se mece"

La sencillez triunfa sin caer en lo banal o en lo trivial. Para su amigo el rupestre Rodrigo, fallecido en los sismos de septiembre de 1985, una carta que cantan Amparo Ochoa, Betsy Pecanins, Caíto, Eugenia León, Margie Bermejo y Tehua, entre otras: “Me parece / que la gente se levanta del desastre / que ha encontrado una razón para juntarse / y ponerle al futuro un ultimátum / un aplauso al corazón y me despido”

La profundidad de los textos de Briseño y El Séptimo aire consagran el esfuerzo de músicos y poetas del rock en un disco imprescindible para las nuevas generaciones. A pesar de la calidad y oficio longevo de este artista, algo falla: Briseño no es tan popular como merece.

- Arte adicional:

Portada de la reedición en CD (2016).