Judith Reyes - Cantos y corridos rebeldes: Homenaje a Judith Reyes

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Artista: Judith Reyes

Álbum: Cantos y corridos rebeldes: Homenaje a Judith Reyes

Año: 2008 (1961-1969)

Género: Corrido, Nueva canción

País: México

Fuente de análisis: CD compilado (2008), Mapa Musical [-] 

Lista de canciones:

 1. Aquí está el Che

 2. La salinidad

 3. Poder negro

 4. Rebeldía rural

 5. Corrido de Santo Domingo

 6. Los restos de Don Porfirio

 7. Corrido de Arturo Gámiz

 8. Los granaderos

 9. Cimarrón haitiano

10. No pueden matar al Che

11. Los niños trabajadores

12. Gorilita gorilón

13. La ocupación militar de la universidad

14. Canción del Politécnico

15. La tragedia de la Plaza de las Tres Culturas

16. Marcha de los caídos

Sobre el disco (de las notas del mismo):

Hablar de Judith Reyes es remover recuerdos de lucha pasadas y disponerse a entrar en las lucha del pueblo por venir. Es recorrer el tramo duro y difícil de las luchas campesinas de los años 60's, en los valles del Yaqui y del Mayo en Sonora, en los llanos de Durango y Zacatecas y en la sierra Tarahumara de Chihuahua que movilizaron a miles de agraristas en contra de la política Alemanista que restituía a los grandes latifundista las tierras y bosques que Cárdenas les había repartido. Judith Reyes es tamaulipeca de nacimiento y acunada en la tradición huapanguera. Su vena artística la llevó, alguna vez, a intentar incorporarse al mundo de la fama y del dinero pero una poderosa estrella cambió su destino y la comprometió de por vida con la lucha revolucionaria, usando como arma sus cantos y corridos rebeldes.

Como a muchas mujeres y hombres, jóvenes y maduros, formados ideológica y políticamente en las luchas de los maestros, los médicos y los ferrocarrileros de finales de los 50's y principios de los 60's, a Judith, y a toda una generación de luchadores sociales, el triunfo de la Revolución Cubana cimbró y condujo a muchos compañeros a asumir que la lucha armada era una vía factible para enfrentar la represión del gobierno y lograr la tan anhelada justicia social para los pobres del campo y la ciudad.

La obra musical de Judith Reyes, y el movimiento estudiantil popular de 1968 como parteaguas, muestra nítidamente el sentir de miles de mexicanos que, desde las tierras fronterizas del valle de Mexicali, protestaban contra la salinización de sus tierras provocada por los químicos y pesticidas deshechados por los agricultores gringos. Sus cantos expresan el coraje de los campesinos de Villa Ahumada, Chihuahua, por no lograr que se les restituyeran las tierras que les habían arrebatado los latifundistas y denuncia, además, la actitud reaccionaria y entreguista del gobierno de Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila y Zacatecas contra los movimientos campesinos.

De esa época son los corridos y canciones revolucionarias de Judith Reyes que forman parte de esta selección: "Rebeldía rural", "Los restos de Don Porfirio" y "El corrido de Arturo Gámiz". La conciencia revolucionaria latinoamericanista de Judith Reyes se expresa en "Aquí está el Che", "Poder negro", "Cimarrón Haitiano" y "No pueden matar al Che". La epopeya del '68 queda plasmada con "Los granaderos", "Gorilita, gorilón", "La canción del Politécnico", "La ocupación militar de la Universidad", "La tragedia de la Plaza de las Tres Culturas" y "La marcha de los caídos".

Con esta apretada y arbitraria síntesis de las composiciones de Judith Reyes queremos rendir homenaje a la mujer, a la artista y a la luchadora social por su entrega y sacrificio a las mejores causas del pueblo. 

Con la digitalización y remasterización de las grabaciones de los cantos y corridos rebeldes de Judith Reyes, hacemos una modesta aportación a la conmemoración del 40 Aniversario del Movimiento Estudiantil Popular de 1968 por la libertades democráticas por las que Judith luchó y por las que hoy todavía seguimos luchando. ¡Venceremos!

- Texto de Alberto Hijar que aparece en el libro Judith Reyes, una mujer de canto revolucionario México, 1924-1988, de Liliana García Sánchez:

Pudo ser La tamaulipeca en la industria del espectáculo. Decidió en cambio, hacer del corrido un instrumento de denuncia y crónica de las luchas populares. A diferencia de tantas y tantos, sus cantos los hizo en el plantón, la huelga, la caravana y no dudó en colaborar con las guerrillas en acción para probar que la historia ocurre ahora y no hay porqué esperar a que pase. 

Panfletaria la llaman los exquisitos ignorantes de lo que Quilapayún e Inti Illimani llamaron "canción urgente" en el Chile de la unidad popular de los setenta, con tal éxito, que sus cantos son ahora himnos en Oaxaca. No tiene tanta suerte Judith porque ya nadie recuerda la huelga de la extinta línea Peralvillo-Cozumel y pocos ilustrados tienen presente el asalto al Cuartel Madera. De la misma índole concreta son los escritos periodísticos de Judith que centró en un libro-consigna su legado: La otra cara de la Patria. Sobre esto habló y cantó en Europa y América, cuando le creció la Patria al aumentar su persecución policíaca. De aquí el valor de "Los restos de Don Porfirio" con su carga irónica y su claridad política. Judith Reyes es y será una fuerte columna en la construcción del pueblo en lucha sujeto a discusión histórica.