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miércoles, 23 de marzo de 2022

Verónica Ituarte / Juan José Calatayud - Jazzentiste...

Artista: Verónica Ituarte / Juan José Calatayud
Álbum: Jazzentiste...
Año: 2001
Género: Jazz
País: México
Fuente de análisis: CD original (2001), Ingeniarte [IA/CD-03] 

Lista de canciones:

 1. La Llorona
 2. Bonita
 3. Comenzar de nuevo
 4. Dónde
 5. Día nublado
 6. Apóyate en mi alma
 7. Jazzentiste
 8. Alfonsina y el mar
 9. Ni mentira ni verdad
10. Misty


Músicos:
Verónica Ituarte - voz
Juan José Calatayud - piano
Alejandro "Pinocho" López - batería
Arturo Luna - contrabajo

Dirección musical: Verónica Ituarte.
Producción, grabación, mezcla, masterización y canto del viento en "La Llorona" por Lalo Méndez.


Sobre el disco (por Antonio Malacara Palacios de su libro De la libertad en pequeñas dosis: Notas de jazz nacional (2002)):

Después de medio año de no presentarse en el D.F. el pasado martes 24 Verónica Ituarte llegó a un teatro Benito Juárez repleto de gente y ansiedad; iba a presentar su tercera grabación, Jazzentiste, acompañada por el trío de Juan José Calatayud, responsable directo de que esta notable vocalista haya tomado, hace diez años, las rutas del jazz. Hoy volvieron a estar juntos y la química volvió a ser magia.

La Ituarte es un romántica confesa. (...) Hoy regresa con lo que más la identifica su público, con un puñado de canciones en español donde lo mismo encontramos la obra amorosa de Mario Ruiz Armengol y Luis Demetrio, que la nostalgia de "La llorona", "Bonita" o "Alfonsina y el mar". Todo, obviamente, aderezado con la naturalidad del scat que esta mujer ha traído desde siempre en las venas.

Un viento sampleado sopla desde las bocinas y Arturo Luna pulsa el contrabajo para introducir "La llorona"; la voz canta por unos instantes tras bambalinas, el piano de Calatayud y los platillos de Alejandro "Pinocho" López integran lenta y discretamente sus propias voces hasta que Juan José descarga el swing que evidencia que, ante todo, esto es un concierto de jazz.

"Estas canciones dicen mucho de lo que he vivido -comenta Verónica plantando en el escenario la hermosura interior y exterior, el porte que acostumbra-. Ahí les van mis intimidades". Y empiezan a desfilar las canciones de Luis Arcaraz, de Iván Linz.

Juan José le quita el micrófono a la vocalista para contar, con lujo de detalle, cómo se conocieron en un Festival Mozart y cómo se le cayeron los calzones al escuchar la voz de la Ituarte. Después del choro, Alejandro despierta y nos receta con un impresionante groove para introducir "Dónde", de Mario Ruiz Armengol; el arreglo combina con energía los ritmos caribeños y el swing, la sensibilidad y el scat de Verónica están al máximo y la gente se contagia de inmediato.

Llegan "Apóyate en mi alma". La artista se sienta para acariciarnos con la voz, el piano sólo esboza retazos armónicos para acompañarla, y aunque al llegar al solo parece incurrir en sorpresivos dedazos, sale del atorón improvisando un blues hiperintimista que es fuertemente ovacionado. Las canciones continúan una tras otra, y después de cada una un necio con voz de ebrio pide "Misty", hasta que Juan José la inicia para que la voz cante sobre ella (sobre "Misty") la melodía de "Cómo fue"; luego intercambian las líneas, el piano se va a "Cómo fue", la voz llega a "Misty", se le olvida la letra, canta entonces "Te vi pasar", los patrones armónicos se prestan para ir de una canción a otra, aparecen "Seguiré mi viaje", "Esta tarde vi llover", la improvisación parece a punto de caer en un caos deshilachado, pero la cantante retoma "Misty", remata con increíble poderío y convierte una potencial catástrofe en una catedral de quince segundos que la gente aplaude a rabiar.

Parecía que no podían llegar más alto, pero todavía faltaba "Birk's works", de Dizzy Gillespie, que aunque no aparece en el disco, ni en el programa de mano, fue el momento cumbre de la noche. (...)

Evidentemente, la gente no los dejaba ir. Regresaron con "Summertime" y con "Santo Tomás". Los hubieran detenido por mucho más tiempo, pero eran ya dos horas de concierto y las luces se encendieron para anunciarnos que, con todo y emoción, teníamos que encaminarnos a la salida; y la mayoría lo hicimos sin remilgos, con la sonrisa y el scat de la Ituarte flotándonos en los adentros.

3 comentarios:

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