Varios - Humano, demasiado humano: 30 años del Sida en México. 30 artistas

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Artista: Varios
Álbum: Humano, demasiado humano: 30 años del Sida en México. 30 artistas 

Año: 2013

Género: Rock, Pop, Jazz, Clásica

País: México

Fuente de análisis: Libro / CD original (2013), Rhythm & Books / Intoleracia [-] 

Lista de canciones:

 1. Jaime López - Monstruociudad 04:26

 2. Carla Morrisón - Eres tú 03:48

 3. Chocolate Smoke Gang - Black Panther 05:24

 4. Enjambre - Ciencia de la lluvia 03:50

 5. Hello Seahorse! - Te abrazaré 02:56

 6. Juan Sebastián Lach - Round ruby 07:20

 7. Tania Libertad - Síndrome de amor 04:26

 8. San Pascualito Rey - Si pudieras ver 04:58

 9. Paty Cantú - Si pudiera 03:49

10. Alonso Arreola - C es de cielo 04:40

Producción general: Alonso Arreola.

Textos: Alejandro Sanz, Fernando Rivera Calderón, Francisco Hernández, Julián Herbert, Laura García Arroyo, Mardonio Carballo, Marisol Gasé, Nicolás Alvarado, Sandra Lorenzano.

Música: Alonso Arreola, Carla Morrison, Chocolate Smoke Gang, Enjambre, Hello Seahorse!, Jaime López, Juan Sebastian Lach, Paty Cantú, Tania Libertad, San Pascualito Rey.

Pinturas: Niñas, niños y jóvenes de Ser Humano A.C.

Sobre el libro/disco:

A 30 años de haberse registrado el primer caso de Sida en México (en el año 2013, cuando se publicó este material), la casa para niños con VIH Ser Humano A.C., en colaboración con el músico y escritor Alonso Arreola, proponen este libro/disco que reúne los textos de 10 escritores, con 10 proyectos musicales y la obra de 10 niñas, niños y jóvenes pintores, para crear un discurso integral que sensibiliza al lector sobre una enfermedad en el mundo y en nuestro país, donde la infancia es especialmente vulnerable. Dos de las canciones que aparecen en el disco que forma parte del proyecto fueron compuestas ex profeso para este proyecto o inéditas. La primera es el tema "Monstruocidad" de Jaime López, que cuenta con la participación de los niños de la casa Ser Humano A.C., y la segunda el tema "Te abrazaré" de Hello Seahorse!

- Extracto de las notas del disco por Lydia Cacho (Cancún, México 2013):

Sabemos con bastante claridad cuándo fue concebido el miedo hacia el contagio del VIH/Sida, ese miedo inducido mediáticamente, directamente vinculado a las primeras personas que lo portaban. Porque el géneris de ese miedo se halla en el temor a esos otros que, en el continente africano, sufrieron y sufren de los efectos de la pandemia. Se les declaró culpables sin mucho miramiento (algo habrían hecho para merecerlo, dijeron algunos).

Luego llegaron las historias gay (otros culpables, claro). Después llegaron las niñas y los niños. El temeroso desasosiego hacía el VIH/Sida trae consigo culpa, y la culpa nos hace mirar hacia otro lado. De allí que desde hace treinta años, en que el primer caso de VIH/Sida se detectara en México, millones de personas han cruzado la calle por la acera opuesta de quienes -entre otras muchas cosas que son-, son portadores. El miedo ha convertido a las y los seropositivos en una suerte de invisibles sociales.

Y esa narrativa (como la del galerón que parece oscuro) impide que miremos a la luz de la verdad la humanidad de cada persona. No, no eran culpables, sino víctimas de una enfermedad entonces desconocida.

Pero las y los sinmiedo, supieron que la respuesta no radicaba en separarnos, sino de unirnos para encontrar la cura, y mientras la cura llega, hemos de acompañarnos y acariciar el cabello, tomar la mano, jugar y reír con estas niñas y niños que algún día serán personas adultas, que tienen necesidades de salud especiales junto a sueños vitales tan esperanzadores como los de cualquiera.

La respuesta a esa vieja pregunta probablemente esté en este libro objeto mágico. Aquí fabularon y confabularon artistas, creadora, poetas, cuentistas y algunos de los músicos más destacados de México, para contagiarnos de la verdad. Aquí las manos de las niñas y los niños nos cuentan historias de colores, las melodías nos pacifican y las canciones nos contagian alegrías sorprendentes. Los poemas, algunos de esperanza, otros de melancolía y alguno temeroso del dolor de la infancia, nos llevan de la mano por esta vida que no pide permiso para existir.

Aquí, gracias al espíritu inspirador de Alonso Arreola y Alfredo Hernández, tejedores de ilusiones, conspiramos tú, yo, nosotros para que la salud sea un privilegio para toda la gente y no para unos cuantos, para que llegue la cura muy pronto y podamos seguir cantando, gozando la música, tomándonos de la mano. Para que estos niños y niñas tengan, cuando menos, el futuro promisorio con que contagiarnos de conocimiento, esperanza y compromiso.