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miércoles, 9 de junio de 2021

Arteria - Cuatro visiones

Artista: Arteria
Álbum: Cuatro visiones
Año: 2011
Género: Rock progresivo, Rock en oposición
País: México
Fuente de análisis: CD original (2011), Eibon [002]

Lista de canciones:

1. La sentencia
2. Fragmentos cortados
3. Lo inexistente
4. Cuatro visiones
5. Partes en una botella
6. Marcha fúnebre
7. Lo que nos está muerto
8. Mi pulso
9. El hijo de Bernardo
10. Un lamento y dos danzas


Arteria:
Juan Carlos Ruiz - fagot, composición, arreglos
Adolfo Zaragoza Cerero - guitarra
Víctor Baldovinos - batería
Mari Carmen Graue - violonchelo eléctrico
Tizok - programación, percusión electrónica


Sobre el disco (por David Cortés de su libro El otro rock mexicano):

Juan Carlos Ruiz, un alma que se ha entregado a la música y ha dejado partes de sus vísceras y algo de su corazón en grupos como Nazca y Culto Sin Nombre, comenzó a gestar en 2010, en medio de grises y blancos, una nueva agrupación llamada Arteria, cuarteto de vocación vanguardista que debutó un año después con 4 visiones.

Como en la música que le ha precedido, la de Arteria es una manifestación de lo sombrío, un bosquejo de las oquedades, de lo infausto. En esta nueva incursión, Juan Carlos Ruiz se hace acompañar por Mari Carmen Graue (cello), Víctor Baldovinos (batería) y Adolfo Zaragoza (guitarra), tres músicos de capacidad probada pero poco afectos al virtuosismo onanista. En vez de ello, pusieron sus virtudes en las manos del instigador de este proyecto quien incapaz de postergar la posibilidad de convertirse en demiurgo, se dio a la tarea de mover armoniosamente los hilos de una fina tela de araña.

4 visiones es un itinerario de la desazón, de la inquietud y sinrazón. Aquí encontramos pasajes en donde toda calma y compasión han sido erradicadas. Quienes en alguna ocasión se han internado en la turbiedad de la música de Juan Carlos Ruiz saben lo que encontrarán en las diez composiciones que integran esta obra. Los otros, aquellos que se acercan por primera vez a los espectrales trazos del compositor, reconocen que han sido advertidos: una vez tocados por estas composiciones no hay posibilidad de retorno.

"La sentencia" es un presagio de lo innombrable e indefinible, de algo que solo se anuncia y amenaza, más nunca se materializa; es un horror que nunca se despeja, se posterga, pero su halo siempre está ahí, en los estremecimientos producidos cuando la guitarra lanza angustiosos quejidos que el cello se encarga de subrayar. "Fragmentos cortados" es un retrato de lo siniestro. El dinamismo de la composición refuerza la narración de historias inconclusas, cercenadas por lo fatídico; el fagot plasma los oscuros derroteros de unos personajes que jamás logran entender su destino, aunque sí sus padecimientos.

En "Los inexistente", asistimos a una procesión; se trata de un andar lento, cansino, temeroso. La composición es multiangular, los instrumentos llevan a cabo diferentes miradas, hacen distintos encuadres. Primero es el turno del fagot, después el liderazgo lo ostenta la guitarra; el piano marca un agitado curso y a la batería le da por la marcha en la búsqueda de algo inexistente.

Abunda una polifonía de voces sin dueño, sin rostro, pero signada por la desgracia, por el mal fario. La luz que se encuentra a lo largo de esta travesía está muy lejos de propiciar descanso. Sus tenues rayos logran traspasar la oscuridad, pero solo para volver más siniestro lo que ya lo era de inicio; los sonidos aquí cobran vida, encarnan personajes marcados por el destino oracular, sujetados a lo inevitable por invisible hilos cuya lucha está condenada de antemano.

Arteria suma a la producción de vanguardia del rock nacional una obra que abre nuevas brechas; es un trabajo demandante, un puñado de composiciones que exigen el compromiso del escucha, la puesta a punto de su imaginación.

4 comentarios:

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