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miércoles, 28 de octubre de 2020

Mamá-Z - Esa viscosa manera de pegarme las ganas

Artista: Mamá-Z
Álbum: Esa viscosa manera de pegarme las ganas
Año: 1987
Género: Rock
País: México
Fuente de análisis: LP original (1987), Pentagrama [LPP-058]

Lista de canciones:

LADO A

 1. No hubo modo
 2. Morir de amor (Parir chayotes)
 3. Tarántula
 4. Blues de la estufa divina
 5. Los misterios de Rosa
  
LADO B

 6. M'amor (No me dejes solo)
 7. Surmenache
 8. Mariposa en la Narvarte
 9. Laura
10. Pastel Artaud
11. Esa viscosa manera de pegarme las ganas


Mamá-Z es:
Octavio Martínez - guitarra y voz
Gerardo Aguilar - guitarra y voz
Jorge Escalante - bajo eléctrico
Óscar Fernández - batería
Agustín Aguilar - voz

Producción: Francisco Barrios, el Mastuerzo.


Sobre el disco (por Leticia Padilla, del diario Las Horas Extras. Julio 1987):

Hablar sobre el disco más reciente de Mamá-Z es referirnos a un sonido bien definido que sirve de marco para el desarrollo de las letras que han caracterizado el trabajo de este grupo mexicano de rock desde sus inicios, allá por 1985. Esa viscosa manera de pegarme las ganas es el nombre del segundo acetato de larga duración parido por Mamá-Z y la diferencia sustancial con su antecesor se encuentra en la atmósfera musical lograda en esta ocasión. Si en su primer álbum (grabado antes de pisar un escenario) justificaban la calidad de grabación con la falta de recursos económicos y su novatez en el medio, este segundo intento algunas circunstancias cambiaron y el resultado está a la vista.

De entrada el grupo confió la producción musical a Paco Barrios quien en un par de meses pudo cohesionar el concepto musical de la banda aprovechando las facultades y los límites de cada músico, posteriormente los llevó al estudio de grabación con una idea precisa de los que se quería grabar (un disco con una continuidad radiofónica). Esto sentó las bases de un sonido consistente, "ponchador", que marca el inicio de un estilo personal a través del cual Mamá-Z canaliza sus experiencias musicales y la influencia de algunos grupos decisivos en el rock inglés de los años sesenta, la asimilación de The Who ("See me, feel me") al inicio de "Surmenache", así como la armonía y el golpe de guitarra a la Ray Davies en "Mariposa en la Narvarte" son claros ejemplos.

Esto no quiere decir que al escuchar este disco encontraremos un sonido de la década antepasada, el equipo sacó provecho de los avances tecnológicos vs. el bolsillo de producción para lograr una grabación actual dónde la base rítmica de batería (Óscar Fernández) y bajo (Jorge Escalante) está bien integrada al grado de permitir al segundo soltarse las amarras en determinado momento. La guitarra de acompañamiento (Gerardo Aguilar) es fundamental en este trabajo ya que provee al grupo de un línea armónica vital que cubre los huecos sonoros y colabora en la obtención de la potencia grupal ayudando a que las rolas se puedan bailar, además de darles la referencia sesentera. El requinto (Octavio Martínez) toca unos riffs sencillos, mismos que finalmente lo caracterizan, siempre están presentes y son fácilmente recordables. En suma Mamá-Z musicalmente es la conjunción de cuatro instrumentistas quienes sin ser apantalladores logran un sonido compacto, agradable, infraestructura adecuada para la temática lírica.

Los textos del disco, escritos en su mayoría por Agustín Aguilar (voz), son una extensión de las ideas enmarcadas en su primer disco (el rojo) y giran en torno a un par de cuestiones fundamentales en la vida de la mayor parte de los jóvenes mexicanos: el sexo y la religión, encrucijada vital aniquilada por la represión social a la que somos sujetos y que se presenta en múltiples situaciones cotidianas. Aguilar ha sabido canalizar una serie de factores que personalmente lo han sellado y los replantea, salpicados de un sentido del humor irónico donde todo cabe, desde escritos de San Juan de la Cruz hasta ciertos sucesos acaecidos en la abarrotería "El fuerte de la colonia", allá en la Escandón.

La sensualidad está presente a través de todo el disco, va apareciendo en formas, cuan inquietante es, rompiendo tabúes cuyos orígenes podrían remontarse al siglo pasado: "Traigo dormida la mano, me tiemblan de plano los dedos de un pie/ Siento que algo se arruga , que traigo berrugas y dogmas de fe/ Siento en la sangre, nerviosa que pasa curiosa una gota al revés/ Traigo la lengua doblada, me empiezan las ranas del nervio a morder".

El berrinche ("Morir de amor (Parir chayotes)"), lo cotidiano de la pareja ("Laura", "M'amor", "No hubo modo"), un atisbo hacia la descripción de la relación homosexual ("Mariposa de la Narvarte"), son algunos de los signos de la propuesta de Mamá-Z.

El surrealismo entremezclado con la mojigatería, logra otro momento decisivo dentro del disco con "Pastel Artaud", continuadora de "Sofá Apollinaire" (del disco rojo) escrita además como obra teatral que narra la relación entre Antonín (Artaud, por supuesto) y Génica con todo y coros griegos que remarcan la idea de recuperar momentos y filosofías históricas para ubicarlas en nuestro tiempo.

La iglesia es, no obstante, el tema donde Mamá-Z consigue sus momentos más brillantes en cuanto al desarrollo de sus letras, debido quizás a una educación formal dentro del manejo ortodoxo de la religión y que ahora, con el paso del tiempo, el grupo ha madurado y la revierte en canciones que ponen en evidencia los preceptos eclesiásticos y los enfrentan a sus consecuencias entre los mortales. En este sentido y manteniendo la proposición de su primer disco con "Salmo", "¡No!" y "Estoy cansado"; el grupo nos muestra una continuación temática cuyo resultado es todavía más impactante tanto en el "Blues de la estufa divina" como en "Los misterios de Rosa".

Esta última rola también da pie al diseño de la portada y contraportada demostrando que el rock (como parte de la cultura popular) se integra a otras manifestaciones artísticas. En este caso el dibujante y caricaturista Manuel Ahumada, después de impregnarse de la música de Mamá-Z, elaboró un óleo y un dibujo a lápiz que seguramente se recordará como una de las mejores portadas del género en México.

Finalmente la grabación corrió a cargo de Bárbara Burton, la producción de Paco Barrios (el Mastuerzo) -enhorabuena- y la post-producción (incluye sobre interior con las letras) por discos Ozono-Pentagrama. El trabajo de grabación contó con la colaboración de Sabo Romo, Jaime López, Armando Vega-Gil, Segio Arau y el enano Alpembais (Leonardo Castillo).

Esa viscosa manera de pagarme las ganas puede gustarte o no, pero no da lugar a puntos medios, un trabajo honrado que ayudará a poner en alto la imagen de nuestro rock nacional.

3 comentarios:

  1. FLAC(LP): https://thinfi.com/w45n
    HD(Parte1): https://thinfi.com/w45p
    HD(Parte2): https://thinfi.com/w45s
    HD(Parte3): https://thinfi.com/w45w

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  2. ¡Muchas gracias! ( ´ ▽ ` )ノ

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