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jueves, 13 de agosto de 2020

Laura Rebolloso y Ensamble Marinero - ...Por la esperanza de México

Artista: Laura Rebolloso y Ensamble Marinero
Álbum: ...Por la esperanza de México
Año: 2013
Género: Son contemporáneo
País: México
Fuente de análisis: CD original (2013), Conaculta

Lista de canciones:

 1.  ¿Cual será?
 2.  La Morena
 3.  País niños
 4.  Paisajes
 5.  Piensa en mí
 6.  Bamba-migrante
 7.  Zacamandú-Solalinde
 8.  Buscapiés por la esperanza
 9.  Cascabel 2012
10. Siquisiri
11. Maíz


Músicos:
Laura Rebollo - voz, leona, jarana, zapateado
Alonso Blanco - piano
Óscar Terán - contrabajo
Juanchi Vázquez - percusiones
Mas músicos en créditos.


Sobre el disco:

En su juventud, tras haber formado el Son de Madera junto con Ramón Gutiérrez, Rebolloso se encargó por quince años de la investigación, recopilación, difusión y cultivo del son jarocho y de los fandangos. Su proyecto es de “música, danza y poesía”, ingredientes naturales del son jarocho, del fandango. Es investigadora y ha impartido cátedra y talleres en distintos centros y universidades nacionales, así como de Estados Unidos. 

Ha colaborado con grandes músicos de ese campo. Fue la jaranera por 15 años del grupo Son de Madera –con el que se presentó en varias partes del mundo–, pero ahora tiene su propio combo, el Ensamble Marinero. Se dedica a la composición del son jarocho con características “orgánicamente femeninas”, llenas de imágenes. Le canta a la vida, al corazón, a la existencia, a la realidad, al mundo actual desde su realidad mexicana. 

Dice en entrevista: “Desde niña lo que me tienen inmersa en el son son sus instrumentos: tienen una potencia impresionante. Me fascinan, porque su sonido entra hasta por las plantas de los pies. Es un género libre. La jarana tiene una afinación locochona, con muchas disonancias, y sus acordes tienen séptimas y novenas. Me encantan los instrumentos del son, que, aunque vengan de España, son mestizos, lo cual genera riqueza.”

“Es una música que se ha ido tejiendo en años, que hace que sus formas musicales sean perfectas. El son es como el vino, que se añeja y se hace mejor. Por ejemplo, el son siquisirí tiene figuras que hacen alucinar, y un desdoblamiento... No sólo son notas, notas y notas. Está el noterio, que no dice mucho.” 

Para Rebolloso, quien ha colaborado con artistas como Eugenia León, Iraida Noriega, Anastasia Guzmán, entre otros proyectos (como el de la composición, con el Esamble Tambuco, de música original para la película Evolución, dirigida por el inglés Duncan Bridgeman), otra cuestión que la tiene en el fandango “es la integración de la gente. Es comunitario, participativo, colectivo e incluyente, porque entra gente de todas las edades y grupos sociales. En Tlacotalpan se puede ver a un policía bailando en la tarima con macana y todo, para luego regresar a su trabajo.”

“El son es incluyente y profundo, su chiste es que cada quien proyecta su personalidad. Cada lugar tiene su estilo. Por ejemplo, hay lugares donde las mujeres son sumisas y bailan con la cabeza agachada, en cambio otras, como las juchitecas de Minatitlán, son como las reinas de la vida.” 

“En el son jarocho hay un lenguaje y código que se prestan para la creatividad; eso lo descubrí desde pequeña. Es música orgánica, porque la letra está conectada con el sonido, incluso con el del zapateado. Es una unión de música, danza y poesía.” 

“De niña había oído a Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichú y me había gustado mucho ver una topada contra otro Grupo de Río Verde que me impresionó por que empezó a las ocho de la noche y acabó a las ocho de la mañana, pero estaba yo muy chavita, tenía como 12 o 13 años y no sabía el peso que tenía.”

“Con Son de Madera fuimos a muchos lugares de México y de Estados Unidos. Hubo muchas cosas, aventuras de todo, me acuerdo una vez que, en San Francisco, le abrimos un concierto de 5 mayo a Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichú, fue impresionante porque había como 700 personas en un salón, íbamos Patricio Hidalgo, Ramón Gutiérrez y yo.”

“Hace unos días estaba escuchando a Rubén Blades y eso de hacer primera, séptima, cuarta, quinta, primera que en la jarana es agarrar el Si Bemol como sabor, como sazón. Eso existe en el son jarocho, a mí ya me había llamado mucho la atención del Negro Ojeda y también de un cantador de Tuxtepec que cantaba dándole la séptima, dándole ese color y ese swing.”

“No es que yo quiera meter el piano por hacer cosas nuevas o fusiones, el piano lo agregan todos los latinoamericanos que se ponen a componer con sus raíces; la buena salsa de Fania de los setenta y los ochenta está hecha con la clave cubana, con los ritmos de Cuba y del Caribe, y con esas células rítmicas construyen toda la polifonía maravillosa que hacen, y tiene piano. Juan Luis Guerra siempre mete a la señora pianista y ahí está dándole un soporte. El piano es orgánico y es parte de la música, además, en Tlacotalpan hubo muchos pianos que se han perdido con las inundaciones, pero donde yo me quedo cuando voy, un lugar que se llama Luz de Noche, tenían un piano antiguo y yo iba con Alonso y ahí le pegaba.”

“Metí el piano por la necesidad de abrir los acordes de la jarana. Empecé a trabajar con Alonso y necesitaba un bajista, pero no quería un bajista que tuviera ese sonido de grupo de fiesta de esos que le llaman versátiles, eso es lo que menos quería, y además quería alguien que no viera mi proyecto como «hueso» y que fuera muy afinado porque a mi edad ya no quieres estar tocando al ahí se va.”

Entonces le dije a Alonso:
-¿Oye, conoces algún bajista que sea comprometido, que sea profesional?
-Pues al perro
-¿Quién es el perro?
-Pues Óscar (Terán) 

Hice un trío con Alonso y con Óscar, que se llama Ensamble Marinero. En ese tiempo estábamos montando una versión que hice de La Bruja para Eugenia León, se llama La Bruja por México.

Eugenia vino una vez porque estaba haciendo entrevistas a músicos de todo el país; fue a la casa y hablamos de mujer a mujer, hasta de los maridos habló (risas) y me dijo:
-La música nunca te va a dejar. 

DÉCIMA OBLIGADA 

En el nido del sonido,
en los caminos del mundo
se gestó un canto profundo
mutitonal, colorido
y fue cobrando sentido
en el fandango y la danza.
Hoy ha puesto en la balanza
el compromiso social,
hoy es un canto plural,
es un canto de esperanza. 

Y hoy compone a las auroras
y aun en medio del dolor
ese canto es una flor
que se prohibió en otras horas.
Sus manos son labradoras
de la alegría y del gozo.
A pesar de lo escabroso,
en este momento atroz
se gesta una nueva voz:
la de Laura Rebolloso.

2 comentarios:

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