Buscar en este blog (recuerda los acentos, cuando los lleve):

jueves, 1 de agosto de 2019

El Clan - Sin sentir

Artista: El Clan
Álbum: Sin sentir
Año: 1994
Género: Rock Dark/Gótico
País: México
Fuente de análisis: CD original (1994), Discos Dodo [CDDE-470856] + CD reedición (2014), Pilot Pirate Records [PRT 002]

Lista de canciones:

 1. Fantasías
 2. El reino de los duendes
 3. Cariño (quisiera llegarte a odiar)
 4. Las brujas
 5. Más allá del tiempo
 6. La tortura
 7. Gárgolas
 8. Recuerdos
 9. Despiértame
10. Sin sentir
11. Azul de media noche

-Pistas adicionales del CD reedición (2014), Pilot Pirate Records:

12. Infra (en vivo)
13. Aún (Vida) (en vivo)
14. Odio (en vivo acústico)


Sobre el disco (por Helios Rodríguez):

El término “dark” y “gótico” fueron términos que se acuñaron con mucha fuerza y llegaron a tener gran auge en la década de los noventas, en México (principalmente en el D.F. y alrededores). Muy al principio de la mencionada década, en un lugar de Ciudad Satélite, en el Estado de México, a una incipiente banda que trataba de generar sonidos heavy metal, la cual llevaba por nombre Azul de Medianoche, se le suma un enigmático personaje apodado “El Castor” (Gustavo Pérez), de raíces punks, y quien en años anteriores había estado en bandas punk rock como El Ansia (no confundir con la banda de Ricardo Lassala y compañía) y Rompecabezas. Inmediatamente el sonido de la banda comenzó a recoger características más originales, sin dejar del lado varias influencias. La banda comenzaba a pintarse de negro; comenzaron a acuñar temáticas de la literatura e imaginería de horror, evocando personajes oscuros y tenebrosos, sin dejar de lado parte de la condición humana. La agresividad de su música en seguida encanta a los oídos de una naciente escena oscura mexicana. Azul de Medianoche había pasado a llamarse EL CLAN, y participarían en 1991 en la segunda edición del concurso La Batalla de las Bandas, en Rockotitlán, donde ganarían el segundo lugar, y sería hasta la fecha, la única banda de dicha terna que siguiera activa. 

El primer disco de El Clan, con tendencias “dark agresivas”, como se les llamó en los medios de la época, es considerado como la primera demostración de una banda a la que se le pueda llamar “gótica”, debido a las letras de sus canciones, las cuales forman un oscuro abanico de escenas que podríamos sacar de los confines de algún “escritor maldito”. Está grabado por Gustavo Pérez “El Castor” en la voz, Jaime Chávez en la guitarra, Pedro Álvarez en el bajo, Víctor Mendoza en la batería y Sergio Lucano en el teclado. La grabación puede sonar de repente un tanto rústica, por llamarla de alguna manera, pero a su vez, en ello radica su encanto de algún modo; podemos encontrar influencias del rock gótico ochentero británico, en momentos podríamos emparentarlo con el death rock californiano e incluso llega a tener facetas punk muy marcadas, sin olvidar los fuertes riffs de guitarra con tendencia metalera que no fácil se podían quitar de encima. Para la descripción de este material he optado por dividirlo de la siguiente manera:

LOS PERSONAJES DEL DISCO

- Con una ayuda constante de los sonidos electrónicos del teclado suena “El  reino de los duendes” es una pieza que, durante sus presentaciones en vivo, el antes mencionado “Castor” aprovechaba para utilizar marionetas en forma de duende. Es una metáfora que hace alusión a locuras e ideas que hacen daño a la mente de quien las escucha, y los duendes mordisquean y pisotean la voluntad del protagonista de la canción, le quitan el sueño y la tranquilidad cuchicheándole al oído con sus vocecillas inquietantes. La célebre canción “Las Brujas” es una mención sobre las maléficas hechiceras que practican magia negra y realizan aquelarres, danzas macabras (en vivo llámense slam), y se convirtió a la postre, en una de las piezas favoritas y más celebradas de la banda. En “Gárgolas” vemos seres que, te pervierten de cuerpo y mente cuando duermes profundamente, llevándote al mundo de la perdición; la melodía es arrasadora, inquietante y con tendencia punk. El vampirismo no puede faltar en ninguna banda oscura, y el presente álbum aloja a “Sin sentir”, misma que titula al disco y una de las más icónicas, donde el vampiro en cuestión comienza a experimentar los primeros síntomas de su transformación, dejando de lado todo rasgo de vida, sentimientos y dolores físicos lo han abandonado para siempre; mientras que en “Azul de medianoche”, podríamos decir que el vampiro ya está resignado a vagar por la noche, echando sus alas al vuelo en una noche iluminada, con el único temor de alcanzar algún día la luz del sol; sin duda es otro de los emblemas de este disco.

LAS ESCENAS DEL DISCO

- “Recuerdos” es un tema más personal, sobre un romance apasionado de quien necesita de evocar en su mente a la persona amada para que los males que lo aquejan desaparezcan. “Despiértame” nos lleva al ritmo de una especie de “death rock” a una fiesta bacanal celebrada en un sótano recóndito y oscuro, donde los cuerpos de algunos son el disfrute de otros en tenebrosa orgía. “La tortura” no tiene cura, es lo que dice esta canción, que nos conduce a ver encadenamientos medievales y laceraciones impiadosas; es una pieza larga que en su melodía y en el uso de la voz, se puede percibir el sufrimiento y la desesperación, y a la vez podríamos tomarlo como otra metáfora del sufrimiento y el descontento que existe ante la contaminación y el ritmo de vida actual. En “Más allá del tiempo” encontramos otro cuadro de desesperación de quien se pone a preguntarse qué ha hecho con su existencia; ya no hay empatía, ya no hay credo, ni tampoco temor a ofender, matar, robar… “Cariño (Quisiera llegarte a odiar)” es un lamento doloroso provocado por la pérdida de un ser amado, que aunque se esfuerce por odiarlo, termina volviendo a extrañar y anhelar su presencia. “Fantasías”, siendo la canción que abre el disco, parece funcionar como el preámbulo de todo lo que escucharemos, y en primera instancia, invita al escucha a soñar, a ser quien quiera ser, y por supuesto, a echar a volar la imaginación, aunque sea en privado, vivir sin complejos. 

Sin duda alguna, este disco llevó a El Clan a apoderarse de buena parte del sector subterráneo durante la década de los noventas. Me atrevo a decir que este disco es sumamente vivencial para quienes lo atesoraron durante esos años y hasta la fecha, pues los hace recordar anécdotas, amigos, situaciones entrañables, ha adquirido un carácter legendario, y los integrantes actuales de la banda han sabido darle continuidad y mantenerlo vigente. A la vez, no vacilaría en decir que la escena oscura de la Ciudad de México, y del país en general, no sería la misma si este disco no existiera. Afortunadamente, y a pesar de los cambios significativos (ya cada quien decidirá qué tan buenos o malos fueron), tenemos a una de las bandas activas más importantes de la escena oscura y del rock mexicano en general. 


- Arte adicional:
CD reedición (2014), Pilot Pirate Records.

9 comentarios:

Buscar en este blog (recuerda los acentos, cuando los lleve):