Guillermo Velázquez y Óscar Chávez - El pueblo y el mal gobierno

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Artista: Guillermo Velázquez y Óscar Chávez con Los Leones de la Sierra de Xichú

Álbum: El pueblo y el mal gobierno

Año: 1988

Género: Hupango arribeño

País: México

Fuente de análisis: LP original (1988), Discos Tecolote [LPP-096]

Lista de canciones:

LADO A

 1. La urgencia de estos días

 2. Muertos, muertos...

LADO B

 3. El pueblo y el mal gobierno

 4. Por tanta gente que bien queremos


Participantes:
Román Gómez y Leonardo Lara - violines
J. Inés Suárez - vigüela y voz en "El pueblo y el mal gobierno"
Guillermo Velázquez - quinta, huapanguera y voz
Óscar Chávez - voz

Sobre el disco:

Quinto álbum del trovador Guillermo Velázquez y los Leones de la sierra de Xichú que por segunda ocasión se hacen acompañar por Óscar Chávez (antes colaboraron en Décima topadas) para entrar de lleno al huapango arribeño y entregarnos cuatro extensas canciones en las que explaye su poesía decimal para expresar su crítica mordaz y directa a los malos gobiernos que han sido el grillete que ha impedido que nuestra nación avance.

El tema de obertura ("La urgencia de estos días") es perfecto para introducir al escucha primerizo en lo que consiste la tradición del huapango arribeño, la poesía decimal, el baile del zapateado y demás elementos que constituyen estás costumbres que parecen encontrarse ocultas, perdidas y olvidadas, lejos del "show business" y de la televisión. Este son arribeño se desarrolla en bailes y fiestas en las sierras de estados de la república como Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, teniendo como instrumentos principales el violín, encargado de las melodías, con un acompañamiento de guitarra huapanguera y una jarana o vihuela. 

Quien ha vivido la experiencia de una fiesta de este tipo (como la que describe Guillermo) en aquellos ranchos humildes, entre campesinos y donde toda la gente del pueblo se reune para celebrar entre jaripeos, juegos pirotécnicos (los toritos con los buscapiés y quemas de castillos), comida típica y música tradicional, se sentirá inmediatamente identificado por las emociones que se viven en esos ambientes. Por desgracia estas tradiciones por cuestiones de la modernidad, el abandono de los campos en busca de mejores oportunidades y la entrada de intereses ajenos por grupos de poder, ponen en peligro la pureza de estas costumbres.

En "Muertos, muertos" alternan versos Guillermo Velázquez y Óscar Chávez presentando la estructura básica de muchas de sus canciones con un estribillo acompañado por la música que se repite luego de cada estrofa las cuales se recitan sin acompañamiento alguno para dar su debida importancia a la letra. Ésta al estilo de Velázquez denuncia las mañas de la política nacional, la bastardización de la cultura, el folclor y la historia nacional por parte de los medios de comunicación dirigidos por los dueños del poder en nuestro país. Así trata de retomar en el estribillo la importancia de los héroes nacionales que radica en sus ideologías. Ya a mitad de la canción la música permanece acompañando ahora sí el canto en un tiempo medio de velocidad en los intrumentos, el cual se acelera hacia el final presentando una nueva melodía y más versos que dan conclusión a la interpretación. Este último cambio es el que normalmente enfatiza más el acompañamiento del zapateado que tiene una función percutiva.

A continuación el tema que da nombre al disco, su tema estelar que es el clímax del álbum. Un duelo entre Óscar Chávez quien representa el mal gobierno y Guillermo Velázquez quien representa al pueblo. Los argumentos y contra-argumentos de cada uno son precisos (toda la letra es escrita por Velázquez) y la intepretación de ambos es muy destacable. Describe a la perfección la cruda realidad de lo que hemos vivido en nuestro país en cuanto a la relación de la sociedad, la gente común, con las personas en el poder o en busca de él. Ya cuando llegamos al remate de este debate llega de vuelta el giro musical para acabar con un son tradicional, interpretado en voz de otro de los integrantes de los Leones, que reaviva los aires festivos del género.

Para finalizar otra canción con marchas y pausas de poesía decimal (también denominada como espinela) que igual desemboca en otros ritmos conforme avanza, una estructura muy típica en toda la discografía de Velázquez en las que desarrolla con mayor libertad su magnífica habilidad para los versos. En "Por tanta gente que bien queremos" nuevamente la temática es los malos políticos, los individuos que actuan en busca de un beneficio personal, engañando a la gente. Un tipo de canción en la que tiene amplia experiencia el maestro Óscar Chávez que ha estas instancias ya llevaba 5 volúmenes de discos dedicados a la crítica del ámbito político a través de sus parodias, desde 1975 con su primer álbum grabado en directo con dicho enfoque.

Un magnífico disco de este género tan olvidado en nuestro país, desplazado de los medios de comunicación. Y más con el motivo de la crítica tan dura y certera que entrega Guillermo Velázquez en sus letras, quien nos demuestra que los géneros tradicionales no tienen porque estar peleados con letras más trabajadas, que no dejan de ser honestas y asimilables para el público de los pueblos a los que canta. Un auténtico renovador del huapango de la tradición del son huasteco y de la lírica en el folclor, que crea sus canciones sin las limitantes ni trabas que seguramente una discografica tradicional le pondría por hacer canciones tan extensas. Esa es la libertad y la convicción de un verdadero artista. Enhorabuena por el maestro Chávez que descubrió y dio oportunidad a artistas como Velázquez de grabar en su sello discográfico (Discos Tecolote).

- Arte adicional:

Etiqueta lado A del disco.

Etiqueta lado B del disco.