Álbum: Canciones del íntimo decoro: Ramón López Velarde
Fecha: 21-noviembre-1988
Género: Rock, Trova, Jazz, Blues, Salsa
País: México
Fuente de análisis: LP original (1988), Discos Pentagrama [LPP-113] + CD reedición (año desconocido), Ediciones Pentagrama [PCD 113]
Lista de canciones:
LADO A
1. Daniel Tuchmann - Mi villa
2. Caíto - Nuestras vidas son péndulos
3. Óscar Chávez - No me condenes
4. Margie Bermejo - El piano de Genoveva
5. Guillermo Briseño - Tardes (Tierra mojada...)
6. Marcial Alejandro - Si soltera agonizas
LADO B
7. David Haro - Y pensar que pudimos...
8. Eugenia León - Fuensanta
9. Guillermo Briseño - En mi pecho feliz
10. Betsy Pecanins y Hebe Rosell - La saltapared
11. Óscar Chávez y Delfor Sombra - Muerta
12. Pepe Elorza - El son del corazón
Sobre el disco:
Para conmemorar 100 años del nacimiento del poeta zacatecano Ramón López Velarde, Discos Pentagrama lanza el siguiente disco titulado "Canciones del íntimo decoro", que reúne a grandes músicos, compositores e interpretes, asociados a diversos géneros como la trova, el rock, el blues, el jazz, el folclor, para ofrecer un tributo musicalizando la poesía de Velarde. El resultado es un disco maravilloso de grandes colaboraciones, arreglos destacados y variados que nos permiten valorar de una manera distinta el trabajo de su autor. "Recrear los temas Velardinos y convertirlos en canciones. Traducir las tensiones de su sensibilidad a nuestro medio, a través del encanto poderoso de la música. Esto es lo que ofrece: Canciones del íntimo decoro".
Daniel Tuchmann, compositor de Baja California Sur y un excelente ejecutante de la guitarra eléctrica, abre el disco con la grandiosa "Mi villa". Tuchmann quien sólo llegara a grabar un único LP antes de desvanecerse de la escena musical, nos trae esta balada rock fusionada con trova, donde destacan su fluida ejecución de la guitarra, así como ese sonido feroz del instrumento con la distorsión y la técnica de armónicos artificiales que ejecuta con la mano de punteo sobre las cuerdas, algo muy característico de su estilo, que recuerda a otros grandes de esa técnica como Roy Buchanan o Rory Gallagher. Pero además la interpretación de la canción es exacta, enfatizando cada final de estrofa de acuerdo a lo que canta, como en el verso final previo al solo de guitarra donde mimetiza su grito con esa nota aguda con la que arranca su requinto. Las percusiones favorecen a un tono más caribeño que le da más rítmica, acercando a la trova con su origen. Y sobre el poema: "La santa esposa, esa bienaventuranza tercamente perseguida por Ramón López Velarde se manifiesta en este texto donde el poeta va más lejos aún: quizás tuviera dos hijos, y por si fuera poco: quizá serían huérfanos. Es muy interesante resaltar el hecho de que la anhelada esposa del eterno soltero muera en el mismo poema donde los hijos nacen. Pleno de connotaciones resulta también el verso final: el niño iría de luto, pero la niña no. El hombre es triste, la mujer es capaz de sobreponerse a todas las penas."
Carlos Díaz "Caíto", trovador argentino quien también formara parte del grupo Sanampay, dotado de una voz cálida, con un timbre muy identificable, nos canta "Nuestras vidas son péndulos". La música para esta balada con aires de grandilocuencia corrió a cargo del gran compositor mexicano Jaime Moreno Villarreal, con un arreglo de Ricardo León ejecutado por el Grupo Tránsito. Unos sintetizadores emulan sonidos de cuerdas acompañados por percusiones y golpes de tambores que enfatizan ciertos pasajes, para que posteriormente quede sola la voz con el piano. "Debemos tener en cuenta que la señorita a la que el poeta hace referencia, es una muchacha de la provincia mexicana de principios del siglo XX. No es uno de sus poemas más famosos, no obstante, sirve para percibir mejor la atmósfera de aquellos bailes, de aquellos acontecimiento sociales a los que el joven Ramón asistía como miembro de una familia jerezana."
El maestro Óscar Chávez hace suyo el siguiente poema de Velarde, "No me condenes". El preciso arreglo de guitarras y la interpretación con este recurso de casi empalmar versos del que viene a ser el estribillo de la canción, ayudado por la doble voz, dejaría sin aire a quien intentara cantar por sí solo de golpe toda esa estrofa. Se tiene que tener un fraseo preciso para mantener la rítmica de la canción, eso además de la emoción precisa para cantar, algo que sólo alguien con la experiencia del gran Óscar Chávez puede lograr. "Este es un poema indispensable para reconstruir la biografía de López Velarde; la mujer alucida resulta ser María Magdalena Nevares Cázares, con quien mantuvo una larga relación y abundante correspondencia. La inusitada metáfora de los ojos de sulfato de cobre puede tener una explicación sencilla: el sulfato de cobre se mezclaba con agua para regar las macetas, ya que era un eficaz colaborador para la juventud de las plantas, el color de la mezcla es verde-azul; tan inusitado ahora como cotidiano en la primera veintena del siglo."
Llega el turno de Margie Bermejo, una cantante de jazz y blues mexicana, que nos entrega una grandísima interpretación de "El piano de Genoveva". Una composición de David Haro y arreglada tal y como lo pide el poema, principalmente con el piano y unos toques de sintetizador para enfatizar los pasajes más dramáticos como el clímax. "Aunque no forman parte de la trama principal del poema, las contradicciones se mueven en una lectura más amplia, el piano cuyas teclas son blancas y negras (como el bien y el mal), es un instrumento musical llorón y doliente que recuerda un ataúd; el piano resume la vida, por lo tanto representa también la soledad, la muerte."
A continuación, el gran roquero Guillermo Briseño nos entrega uno de los arreglos más destacados del disco en la canción "Tardes (Tierra mojada...)". Con la ayuda de grabaciones ambientales y la música del sintetizador nos transporta a esas tardes de tormenta en la que desarrolla el poeta sus versos. Nuevamente aparece la magnífica guitarra de Daniel Tuchmann con sus solos como relámpagos que adornan la música que se desarrolla de manera ascendiente. "En este poema, López Velarde expresa la paradoja, que es razón esencial de toda su poesía. Su religiosidad se opone siempre a su enorme voluntad carnal, el diablo ataca, es demonio acosa su espíritu cristiano. Ramón tiene versos afrodisíacos, las muchachas que esperan ante el brasero exhausto de su casa, esperan un galán que les lleve una brasa. Es notable la solución del poema, donde se refiere el antiguo dicho popular "San Isidor labrador, quita el agua y pon el sol"; es decir, si deja de llover, el deseo sexual puede desaparecer. Significativa es también la alusión al pez espada, vigoroso, rígido, firme."
La canción "Si soltera agonizas", compuesta e interpretada por Marcial Alejandro, se desarrolla en ambiente trovadoresco con tintes de jazz entre las voces de los sintetizadores que llenan el silencio. Es el tema más breve del disco por lo que pudiera dejar una sensación de querer más. "Es un poema dedicado a Margarita González, quien según un hermano del poeta, era una muchacha algunos años más joven que él. Existe un gran número de cartas dirigidas a Margarita González, en Lagos en las que Ramón se refiere siempre a ella como querida sobrina."
Abriendo el lado B otro reconocido cantautor, el veracruzano David Haro, nuevamente hace de las suyas con el tema "Y pensar que pudimos...". El trovador canta bajo la marca de las percusiones que lo acercan más a la trova caribeña que decanta en un breve pasaje de guajira. "Esta versión de un viejo poema de la vieja juventud de Ramón, contiene correcciones que lo hacen más eficaz. Aquí se encuentra uno de los versos más citados por los críticos como un ejemplo de la claridad de algunas de las metáforas lopezvelardeanas: "valsando un vals sin fin, por el planeta" traduce a las palabras una lúcida secuencia cinematográfica."
Se marchan los sintetizadores para dar paso a las guitarras acústicas arpegiadas que acompañan esta emotiva balada, "Fuensanta (Hermana, hazme llorar)", en voz de una de las mejores interpretes del país, la gran Eugenia León quien hace lo que mejor saber hacer para hacernos vibrar con cada palabra del poeta; compuesta por uno de los compositores de cabecera de Eugenia, Pepe Elorza. "Fuensanta es el nombre que el poeta dio a Josefa Ríos, jerezana, ocho años mayor que él, de quien se enamoró siendo adolescente. Un gran número de poemas de La sangre devota alude a Fuensanta, cuyo nombre verdadero fue dado a conocer por el autor en la segunda edición del libro mencionado, cuando Josefa ya había fallecido a consecuencia de una vieja afección cardíaca."
Regresa el maestro Briseño con sus sintetizadores para interpretarnos "En mi pecho feliz". Estos tonos que experimenta en el instrumento nos da un adelanto de lo que después haría en su disco en directo El Conexionista. Francamente el arreglo que decide darle a este poema no me deja totalmente convencido, pues no sé si era el tono adecuado para el mismo. "En este poema se alude a la mujer siempre requerida por el poeta, la pareja del hombre solo, no representada por una compañera amorosa, solidaria y unida, sino por la esposa que la religión entiende como un sacramento. Vale subrayar que estos versos son decasílabos (conocidos como decasílabos heroicos por su acentuación), que es una forma utilizada en los himnos."
Dos grandes voces de la escena del blues y rock nacional se unen en "La saltapared", son Betsy Pecanins y Hebe Rosell que se hacen acompañar nada más y nada menos que por Armando Rosas y su Camerata Rupestre, con su particular amalgama de rock rupestre con música de cámara. La composición corrió a cargo del reconocido poeta y escritor Eduardo Langagne. Respecto al título de este poema "La saltapared": "Se trata de un pájaro que habita la zona centro-norte de la República Mexicana; emite un sonido áspero y por lo tanto poco melodioso. Sube y baja por las paredes de adobe y de ahí toma las pajas o ramas con las que construye su nido. Es un raro poema en la poética lopezvelardeana ya que al contrario de su habitual lirismo interior, en él el poeta no es sino un espectador que describe lo observado."
Óscar Chávez acompañado del compositor argentino Delfor Sombra (quien también forjó parte de su carrera en el grupo Sanampay) nos interpretan el tema "Muerta". Un dueto bastante más ameno que el anterior, muy posiblemente debido a que las voces de las interpretes anteriores demandan más protagonismo, en cambio aquí empatan bastante bien sus voces en armonías y sus timbres de voz son también más profundos y cálidos. "Este es otro texto que ofrece la posibilidad de reconstruir la biografía del poeta zacatecano. Por el año de su publicación (1912, en La Nación) sabemos que la muerta no es Josefa (Fuensanta), el amor que el poeta declara al poner en la mano de la difunta una azucena pía, hace sentir acaso un enamoramiento de Ramón; el corazón en fiesta es el del poeta".
Para finalizar, el gran Pepe Elorza sale por fin de las sombras de su destacado labor como compositor y se anima a interpretar, me parece que el único tema que ha grabado hasta el momento con su voz, "El son del corazón". Luego de una introducción con sintetizadores que dan sólo ambiente al canto de Elorza, entra de lleno en los terrenos de la salsa, género hijo del son cubano, cargada hacia el jazz latino cortesía del destacado músico y compositor de jazz mexicano Gerardo Bátiz. El nombre de la canción se deriva del título de la última publicación póstuma de López Velarde, once años después de su muerte, que son poemas reunidos por sus amigos a manera de homenaje.
Un disco que de verdad vale la pena escuchar, ya que aunque posiblemente no todos los estilos musicales aquí expuestos puedan ser de nuestro gusto, el exponer de esta forma la obra de un poeta tan importante como Ramón López Velarde nos puede ayudar a apreciar la importancia y la belleza de un arte un tanto olvidado y que pareciera estarse perdiendo como es la poesía. López Velarde representa a uno de los poetas de transición entre dos épocas históricas: la modernista y la vanguardia. "López Velarde es quizá el primer autor que mezcla léxicos distantes, considerados ajenos al lenguaje poético, con elementos tradicionales (lo que, en su propio contexto histórico, social y urbano, definiría el estilo de los compositores del rock rupestre), incluidos aspectos, referencias y atmósferas de la vida provinciana del México de principios del siglo XX, a través de figuras retóricas muy osadas y complejas, que apuntalan rimas altamente musicales y aun irónicas."(*) Tal es la importancia del poeta y por ello ojalá no se pierdan estas influencias en la música, pues estas enriquecen y magnifican la calidad de una obra ofreciéndonos lo mejor de dos mundos.
- Fragmentos citados de las notas del disco.
(*) http://pinguinoelemental.blogspot.com/2011/01/tardes.html
- Arte adicional:
Portada CD reedición, Ediciones Pentagrama.
FLAC: https://thinfi.com/5h1t
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BorrarGracias :¬)
BorrarAportazo, amigo Juan, mil gracias por compartirlo en mi blog también. Por cierto, es de agradecer especialmente que incluyas todo el material gráfico del disco. Por ahí conté -no sé si lo recuerdas- que todos mis LP's los perdí en una mudanza, así que he tenido que reponer mucho sólo a través de internet, y justo lamento que no suele incluirse el material gráfico. Sé que implica mayor trabajo, amigo Juan, pero es algo muy valioso de los discos, los artistas también se expresan ahí, así que ojalá no dejes de preocuparte de ello, porque es muy enriquecedor.
ResponderBorrarUn abrazo. y gracias de nuevo.
muchisimas gracias
ResponderBorrarGracias :¬)
ResponderBorrarGracias ...Saludos!!!
ResponderBorrar¡Muchas gracias! ( ´ ▽ ` )ノ
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