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miércoles, 6 de mayo de 2020

Óscar Chávez - Los caifanes

Artista: Óscar Chávez
Álbum: Los caifanes
Año: 1967
Género: Banda sonora
País: México
Fuente de análisis: CD reedición (1983), Karussell / PolyGram Discos [5301-2]

Lista de canciones:

 1. Fuera del mundo
 2. La fiesta de los catrines
 3. El géminis (Un cabaret a todo dar)
 4. Olímpica
 5. La bronca
 6. Después de la bronca
 7. La niña de Guatemala (Pasándole el chinchol)
 8. La vida infausta
 9. Fantasma del correo (Vals de una prostituta)
10. El pájaro y el chanete (Jugando con la tiesa)
11. De terciopelo negro (Si tú me olvidas)


Música por Fernando Vilches y Mauricio Balleste.
Letras por Juan Ibáñez y Óscar Chávez.
"Olímpica" interpretada por Carolina Quintero y Paco Correa.


Sobre el disco (por William Turner. Del sitio Sector Cine*):

La carrera de Óscar Chávez, ‘El Caifán Mayor’ siempre estará ligada al éxito que tuvo la película ‘Los caifanes’, dirigida por Juan Ibáñez.

La historia de Los caifanes (1967) comenzó en 1966, cuando el director Juan Ibáñez, junto con Carlos Fuentes, escribieron un guión para el Concurso de argumentos y guiones cinematográficos de ese año. Obviamente ganaron el certamen, pero tuvieron que declinar el premio para poder producir la cinta. Su título original era Fuera del mundo, tal como lo fue la vida y obra del maestro Óscar Chávez, a quien se le quedó el apodo de ‘El Caifán Mayor’ aunque no era el líder de la pandilla que daba título a la película.

La película se estrenó el 17 de agosto de 1967, “con un éxito rotundo de público y crítica”, según apunta José Agustín en su libro Tragicomedia mexicana 1. La vida en México de 1940 a 1970. A más de 50 años de esa fecha, Los caifanes permanece como un registro único de la capital y sus personajes.

Las variedades de los caifanes

A los caifanes se les conocía por ser los cábula y gandallas, gente de barrios populares que todo lo pueden y no demuestran miedo. En la película, Chávez interpreta a El Estilos, el caifán galán cuyas armas son su voz y la guitarra. También están ‘El Mazacote’ (Eduardo López Rojas); ‘El Azteca’ (Ernesto Gómez Cruz); y el líder de los caifanes: ‘El Capitán Gato’ (Sergio Jiménez). A este grupo se les suman los acaudalados Paola (Julissa) y Jaime de Landa, ‘El Marrascapache’ (Enrique Álvarez Félix). Sobre el elenco, José Agustín subraya en su libro que Julissa “demostró también que podía pasar del comercialismo vil a un trabajo más apreciable”.

En la trama, Jaime y Paloma no imaginan que están a punto de transitar por el inframundo capitalino de la mano de los caifanes. Al inicio de la película los vemos conviviendo con sus amistades, que son una especie de beatnicks snobs, que planean ir a El Quid, un centro nocturno que en la vida real fue uno de los más acaudalados y vanguardistas del entonces Distrito Federal, dirigido por Ernesto Alonso.

El Quid fue testigo de experimentaciones escénicas de Alfonso Arau y Carlos Monsivaís, y ahí fue en donde crearon la mítica agrupación de Los Tepetatles, una tropicalización de Los Beatles, también acompañados por José Luis Cuevas y Vicente Rojo en el diseño artístico de sus presentaciones. Sin embargo, los caifanes nos muestran en la película la contraparte popular de El Quid, pero no por ello menos irreverente: El Gemini, un cabaret en decadencia como su habitual clientela. Una especie de centro ceremonial en donde Paloma y Jaime hacen su iniciación a esta pandilla.

Otro ícono citadino que aparece en la cinta es la estatua de la Diana Cazadora, ubicada en Paseo de la Reforma. El Azteca decide que lo mejor será colocarle algo de ropa que habían robado un poco antes. Pero esta no era la primera vez que a la Diana se le ocultan sus voluptuosos atributos, ya en el sexenio de Manuel Ávila Camacho se le había mandado colocar un absurdo taparrabos, iniciativa de la entonces Primera Dama, Soledad Orozco. Así permaneció vestida desde mediados de 1940 hasta poco antes de las Olimpiadas de 1968.

En una taquería de barrio, los caifanes hacen su siguiente ‘jalada’. Allí, ‘El Estilos’ roba la guitarra de un cantante ciego. Aprovechan la irrupción de un borracho botarguero vestido de Santa Claus, interpretado por Monsivaís, para salir del local con el instrumento sin ser descubiertos. Mientras El Estilos canta “La niña de Guatemala“, los caifanes hablan de amor. El Azteca entonces nos regala una frase emblemática sobre las mujeres: “Nos traen con el agua al cuello. México en una laguna y mi corazón echando clavados”.

La suerte

“En ese tiempo, las únicas películas que se hacían en México eran de luchadores o comedias rancheras. Los caifanes se convirtió en una película que rompe un esquema del cine tradicional para abrir una nueva época”, dijo el productor Fernando Pérez Gavilán en una entrevista para Canal Once, y añadió: “A partir de ese momento se empieza a hacer un cine totalmente diferente”.

Pero también fue el inicio de la carrera de Óscar Chávez en el cine. Aunque por su formación teatral no le era ajena la actuación. Al ‘Caifán Mayor’, lo pudimos ver nuevamente con Juan Ibáñez en La generala (1971) protagonizada por María Félix. Su trabajo como ‘El Estilos’ le mereció una Diosa de Plata. Más adelante trabajó con los directores Emilio López Muriel, Luis Alcoriza y con el entrañable Jaime Humberto Hermosillo, en María de mi corazón (1979). Su última actuación en cine fue en Piedras verdes (2001) de Ángel Flores, en la cual también compuso parte de la banda sonora.

La música de Los caifanes

Oscar Chávez también se encargó del soundtrack de Los caifanes. Por eso no es casualidad que el título original, “Fuera del mundo“, también sea una de las canciones que se incluyen en la banda sonora: “Voy a buscarte, / voy a encontrarte / voy a llevarte. / Fuera del mundo, / fuera del mundo”.

Las camas de amor eterno

Una emblemática escena, titulada “Las camas de amor eterno”, ocurre dentro de una funeraria, y es quizá el momento cúspide del ambiente onírico e introspectivo de la propuesta de Juan Ibáñez, en donde de fondo se oye “El pájaro y el chanate“, interpretado por Chávez.

Todos ocupan un ataúd por órdenes del capitán gato. Inesperadamente El Azteca declama parte del poema A mis soledades voy, de Lope de Vega, mientras que ‘El Mazacote’ y ‘El Estilos’ eligen las Coplas a la muerte de su padre de Jorge Manrique. En el último verso que recita, ‘El Estilos’ cambia “¿Qué fue de tanto galán?” por “¿Qué fue de tanto caifán”.

Accidentalmente ‘El Azteca’ queda atrapado en su ataúd y en peligro de morir asfixiado, para luego ser rescatado por su pandilla. Como si este acto de resurrección hubiera alargado su vida, él es el único caifán que vive hasta el día de hoy: Ernesto Gómez Cruz.

La muerte alcanzó finalmente a Óscar Chávez el pasado 30 de abril de 2020, tras ser abruptamente hospitalizado con síntomas de Covid-19. Y otra vez nos preguntamos, ¿qué fue de tanto caifán? Solo ‘El Estilos’ lo sabrá.


*https://www.sectorcine.com/noticias-nota/oscar-chavez-los-caifanes/


- Arte adicional:
Contraportada CD reedición (1983), Karussell.

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