Buscar en este blog (recuerda los acentos, cuando los lleve):

jueves, 26 de septiembre de 2019

Jorge Reyes - Comala

Artista: Jorge Reyes
Álbum: Comala
Fecha: 13-agosto-1987
Género: Etno-Rock
País: México
Fuente de análisis: LP original (1987), Producciones Exilio [LEX 001] + CD reedición (1989), Mundo music {Alemania} + CD reedición (1993), Grabaciones lejos del paraíso [CDGLP 001]

Lista de canciones:

LADO A

 1. Comala (El lugar de la ruptura de los vientos)
 2. Adiós a mi acompañamiento
 3. Hekura

LADO B

 4. Nadie se libra en Tamohuanchan
 5. La diosa de las águilas
 6. El ánima sola (Ya se llegó la hora y el tiempo)

- Pistas adicionales del CD reedición (1989), Mundo music:

 7. Mi sombra empolvada
 8. Nadie supo de dónde venía
 9. El hechicero de la dicha tranquila

- Pista adicional del CD reedición (1993), Grabaciones lejos del paraíso:

 7. El arrullo de la mujer día, mujer luz


Sobre el disco (por Roberto Ponce, Revista Proceso):

¿Por qué no simplemente la muerte y no esta música tierna del pasado? (Juan Rulfo, Pedro Páramo)

Tiene razón Jorge Reyes cuando explica Comala, su grabación más reciente como “música sugerente”, como “un intento de restituir a la música su carácter ritual, perdido al ser concebida (cual) simple mercancía de entretenimiento que se oye de fondo y sin exigir ninguna creatividad del escucha” (Tiempo Libre, 24 septiembre de 1987).Y es que Comala no sólo rebasa el término de “música de programa” acuñado por Liszt (Gesammelte Schriften, 1880-1883), así como la mera utilización de instrumentos prehispánicos y aquellos otros electrónicos de hoy. Comala demanda la atención del escucha, a la vez que reta su capacidad para imaginar y evaluar este disco.

Como bien sugiere Gaetan Picon (La estética y la crítica, 1957), elegimos concientemente una obra artística para amarla y gustarla, más que para dictar juicios, sin embargo, las explicaciones abundantes que Jorge Reyes ha emitido a la prensa acerca de Comala sobrarían, si no estuviesen dirigidas a que público y crítica comprendamos mejor su intención al grabar el acetato.

Por principio, Reyes partió de las citas sonoras y musicales contenidas en Pedro Páramo (1955), para recrear la atmósfera del valle de Comala, aquello que Rulfo sitúa “sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno”. En el entendido de no intentar la musicalización de la novela ni de una ópera rock rulfiana, pidió a Saide Sesín (Danza macabra, UAEM, 1983 y danzante de concheros desde 1970), la elaboración de los poemas que vibran en tres de los seis cortes (“Comala”, “Hekura”, “El ánima sola”). “Reyes necesitaba meter voces contó a Proceso —para que en pocas palabras se dijeran muchas cosas que provocaran y evocaran sonidos: que fueran breves y que la gente jugara con ellas y las identificara como quisieran que la voz fuera parte de la composición”. “Ese es el sentido de los poemas: quedaron medio ocultos para que el escucha los recree. Pero la fuerza de la palabra ahí está, utilizada en la música”

Saide Sesín ejecuta una danza con coyolis durante "Nadie se libra de Tamohuanchan" (paraíso terrenal azteca: “buscamos nuestro morada” según Sahagún) y su voz se escucha en otros de momentos de este viaje de Reyes, que ella define como “su lado oscuro” en contraposición a los que grabó anteriormente, Ek-Tunkul y A la izquierda del colibrí (con Antonio Zepeda, en Proceso 490).

Y así como en Pedro Páramo el orden cronológico se fractura, Reyes llamó a músicos que van “siempre con la idea de recrear un concepto: la estructura de Comala se basa en patrones rítmicos repetitivos, circulares, que detienen el tiempo, traslocan la secuencia temporal para dar un ambiente sobrenatural”.

La voz zen de Arturo Meza (Suite Koradí, 1985; Sin título, reedición 1987) participa, así como su tañido en el tambor rarámuri y su grito de eco. En "Nadie se libra" pulsa el “mezáfono”, instrumento que él mismo define: “Es el principio de reverberación acústica; un circuito de alambres, barras metálicas y barras en espiral, montado sobre una estructura de madera”.

El pianista Humberto Álvarez, exintegrante de los grupos de rock MCC y Casino Shangai, colabora en la mitad de discos, donde destaca su composición "Adiós mi acompañamiento". El piano preparado de Álvarez ofrece sonidos de notas altas y bajas que Reyes marca con ritmos de teponaztle; el chicahuastle y los efectos de viento redondean la única pieza incidental no escrita por Reyes.

Los cinco integrantes de La Tribu (Agustín Pimentel, Alejandro Néstor Méndez, David Méndez) apoyan en cuatro temas con instrumentación y efectos múltiples. El espectro creativo de La Tribu se manifiesta con danza y música del cuerpo; percusiones varias, cantos, guitarras, violines huicholes, chirimía y otros, hasta una voz telefónica.

Hay dos intenciones evidentes en la adhesión de Héctor Rovirol: su fuego encendido en el estudio durante "La diosa de las águilas" recuerda la línea de Rulfo: “lluvia, intermitente, fría hirviendo en su propio hervor”. Y el agua de "Nadie se libra" corresponde a esa otra “lluvia menuda, extraña para estas tierras que sólo saben de aguaceros”. También, aquí, como en el tema del disco, los cantos ceremoniales de María Sabina tomados de una grabación de campo y adecuados a la tecnología moderna mediante un samplin, llevan el rezo y el rito. Grabado por Francisco Miranda en el estudio Crystal de Polygram, Comala atrajo el reconocimiento Pieter Boer (sonido de Siguiendo la línea, el elepé con música de Kerigma) para la afortunada mezcla final.

Como Juan Preciado en búsqueda del cacique Pedro Páramo, Reyes alguna vez también inició la senda hacia Comala, y atrapado por varias lecturas de la novelas, se lanzó a “el lugar de la ruptura de los vientos” con música. Rumor del silencio en un pueblo lleno de ecos; de risa ya viejas con cansadas de reír; con días de viento arrastrando hojas donde no hay árboles. Palabras sin sentido como las que se oyen durante los sueños. Lugar donde se ventila la vida cual murmullo, donde rezan las mujeres y se oyen los goznes de la tierra que giran enmohecidos.

Reyes se adentró a la recreación de Comala para hallar la libertad de creación a partir de un concepto, para encontrar al público y reencontrarse otra vez en la senda independiente, autogestiva que lo caracterizó cuando tocaba con el grupo de rock Chac Mool. Su música ha sido utilizada en promocionales televisivos (aparece de fondo en la telenovela El rincón de los prodigios, de Televisa) sin que él lo haya consentido. Esta grabación independiente lo ha hecho más popular que cuando Polygram distribuyó su trabajo anterior con Zepeda.

Comala: Jorge Reyes (con Humberto Alvarez, Arturo Meza, Saide Sesín y La Tribu) Producción Emilio LEX 001, 1987.


- Arte adicional:
CD reedición (1989), Mundo music (Alemania).

CD reedición (1993), Grabaciones lejos del paraíso.

5 comentarios:

  1. Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. FLAC(LP): https://thinfi.com/yiez
      HD(Parte1): https://thinfi.com/yif0
      HD(Parte2): https://thinfi.com/yif1
      HD(Parte3): https://thinfi.com/yif2
      FLAC(CD, Mundo Music, Alemania): https://thinfi.com/edus
      FLAC(CD, Grabaciones Lejos del Paraíso): https://thinfi.com/eduv

      Borrar
  2. ¡Muchas gracias! ( ´ ▽ ` )ノ

    ResponderBorrar

Buscar en este blog (recuerda los acentos, cuando los lleve):