Artista: Duda Mata
Álbum: Duda Mata
Año: 1987
Género: Rock experimental
País: México
Fuente de análisis: LP original (1987), Producción Equis [ESP-87-126] + CD reedición (1999), Opción Sónica [OPICD109]
Lista de canciones:
LADO A
1. El hombre de la marcha
2. Sé, soy
3. Masticándote
3. Masticándote
4. Ejercicios espirituales
5. Duda mata
LADO B
6. Mundo muerto
7. Ninguno
8. El moralizador
9. Cae la noche
10. Sin palabras
Duda Mata:
José Fors - voz, percusiones, batería electrónica
Carlos Esege Sánchez - sintetizador DX-7, percusiones, batería electrónica
Músicos adicionales en las notas del disco.
Sobre el disco (por David Cortés, de su libro El otro rock mexicano):
En 1987 Duda Mata, el grupo y el disco, debutaron y marcaron, de inmediato, una huella profunda, un surco denso, minimalista pero muy oscuro en el rock mexicano que, en ese momento, se inclinaba por otro tipo de avenidas. En el álbum, además de Esegé (sintetizadores y percusiones) y Fors (voz y percusiones), colaboraron como músicos invitados, en diferentes tracks, Jorge Amaro (bajo), Abraham Calleros (batería), Arturo Ibarra (guitarra), Andrea Fellner (violin), Eloisa Chávez (cello) y Jaramar (voz). En las letras se apoyaron en los escritores Rosa Beltrán (integrante de la Real Academia de la Lengua Mexicana) y Ernesto Alcocer (ganador del Ariel 2015 por mejor guión adaptado con Obediencia perfecta).
En diez composiciones la dupla consiguió una obra inclasificable. Muy parca en su instrumentación para ser progresiva, muy oscura para ser gótica, demasiado aventurada para insertarse en el naciente resurgimiento del rock en español. Es una placa única, al mismo tiempo musical y experimental («Ejercicios espirituales» juega con una voz que repiten, adelantan, vuelven a repetir y de fondo hay una atmósfera misteriosa). Hay que escuchar con detenimiento esas voces-gritos de Ford en un plano muy lejano en «Mundo muerto», mientras un acompasado sintetizador teje una melodía maquinal. Es una música oscura, los sonidos son como fabriles, industriales en su naturaleza, en su nacimiento, pero nunca explosivos («El hombre de la marcha») y crean contrastes imprevistos como la voz telefónica de una secretaria en el mismo corte. (Esta composición la retomó más adelante Fors para su disco Forseps en vivo. Un medio acústico.)
En «Ninguno» la música es como de un vals, las voces de Fors y Jaramar suenan a ópera y el violín refuerza la languidez e imprime un tono vetusto a la canción. «Cae la noche», que Fors incluirá después en Forseps .02, es difícil de describir, aparece Jaramar y las voces son como un juego en medio de una música sórdida, crepuscular. La voz nunca se posiciona en un primer plano, siempre hay un distanciamiento, y eso provoca una sensación extraña, incluso en «Masticándote», la más «dinámica», se advierte esa atmósfera turbia, rara.
«Sé, soy» es un juego en donde la repetición de las frases genera un ritmo bajo el cual aparece el sintetizador y a veces, como en este caso, hay superposición de voces. Hay un espíritu lúdico en «El moralizador» tal vez el corte más «convencional» del disco y el cierre, un puñado de texturas y atmósferas, el colofón idóneo para destacar la extrañeza, la otredad de este trabajo, es con la instrumental que da título al todo. Es un álbum atípico en el rock mexicano, la portada «es de Weegee The Famous, fotógrafo de Nueva York en los años veinte y treinta...mi favorito de todos» (comenta José Fors en entrevista).
Una vez puesto en circulación, se llevó a cabo una presentación que no dejó de ser azarosa, pero sin duda marcó un momento importante en la escena del rock de esa ciudad. Comenta Carlos Esege en entrevista:
"El espectáculo se armó ya que teníamos la grabación, como una manera de cerrar con broche de oro el trabajo de más de un año. José había trabajado mucho en teatro, y tenía un grupo muy fiel de chavos y colegas que con un par de excepciones, eran todos amateurs, pero le echaban muchas ganas y hacían las cosas con mucha imaginación. Yo tenía poca experiencia en esa área, así que aprendí mucho también y aunque hice muchos corajes porque las cosas a menudo se atoran, o por la naturaleza misma del espectáculo «multimedia», disfruté mucho al armar y presentar el numerito en el teatro experimental. Hubo muchas deficiencias y limitaciones, pero la verdad es que, a la distancia, el espectáculo de Duda Mata tenía muchas virtudes, y era muy audaz e imaginativo. Participó gente muy talentosa: Guillermo del Toro, Rubén Orozco, María Martha Collignon, Ricardo Delgadillo, Chuta Domene, Dominique Chapuy, Sara Valenzuela, José Calzada, Rosa Beltrán y Ernesto Alcocer, entre muchos otros."
Después de esa experiencia, Fors y Esegé se separaron. El primero se integró a Cuca, emprendió una carrera en solitario y fue el artífice de un par de óperas rock; el segundo se trasladó a Estados Unidos donde además de componer, se dedica a la docencia.
- Arte adicional:
CD reedición (1999), Opción Sónica.
Lista de canciones del CD reedición (1999), Opción Sónica:
1. Mundo muerto
2. El hombre de la marcha
3. Ninguno
3. Ninguno
4. Cae la noche
5. Sé, soy
6. Sin palabras
7. El moralizador
8. Masticándote
7. El moralizador
8. Masticándote
9. Ejercicios espirituales
10. Duda mata
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Una joyita...¡Gracias!
ResponderBorrarGran disco experimental. Gracias
ResponderBorrarGracias
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