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miércoles, 7 de febrero de 2018

Arturo Meza - La balada de Galaver


Artista: Arturo Meza
Álbum: La balada de Galaver
Año: 1993
Género: Rock
País: México
Fuente de análisis: CD original (1993), Gente de México

Lista de canciones:

 1. El grito
 2. Si tuviera un corazón
 3. Madre
 4. Poeta de ningún lugar
 5. Agua del desierto
 6. Amor en el éter
 7. La ventana
 8. La cena del chacal
 9. Yo no ero


Integrantes:
Arturo Meza - guitarra acústica, voz
Daniel Arizpe - acordión
Juan Maldonado - bajo
Laura Herrera - batería
Abel Maldonado - teclados
Gilberto Novelo - guitarra requinto
Blu - saxofón


Sobre el disco:

Les presento a continuación el disco "La balada de Galaver" del artista Arturo Meza. Un artista en toda la extensión de la palabra, comprometido con su obra, cambiante, vanguardista, en constante búsqueda y con gran sensibilidad ante su entorno. Un entorno como nuestro país que pareciera no tener lugar para el pleno desarrollo de proyectos musicales como los que ha presentado Arturo a lo largo de su carrera y que sin embargo le han servido de inspiración para dotar a su obra de esa fuerza emotiva que la caracteriza. Es difícil recomendar su material a cualquier persona, ya que definitivamente no toda su música es de fácil apreciación y teniendo un trabajo tan extenso y variado, igual es difícil elegir cuál podría ser su mejor álbum. Pero he aquí un favorito entre los admiradores del "Poeta de ningún lugar".

Gran parte del disco es un canto a la desolación como en "El grito", donde la poesía de Arturo elige las palabras precisas para esbozarnos estos retratos de seres en plena desesperación ante su situación. La música durante los versos es una constante tensión, que estalla en los coros con los lamentos de su voz. Lo opuesto ocurre en "Si tuviera un corazón", donde lo que se lamenta es la falta de emoción, de sensibilidad ante un dolor que ha excedido ya todo límite, posiblemente por la pérdida física de un ser querido. Solamente un teclado acompaña a la voz, creando un ambiente de plena soledad, con la ocasional y atinada melodía de un acordeón. En "Madre" se tiene un enfoque similar, en cuanto al ambiente con un aire confesional, sólo que ahora con la guitarra acústica y el breve acompañamiento de un saxofón. La letra se trata de una adaptación de un poema del poeta infrarrealista Pedro Damián Massón.

"Poeta de ningún lugar" es una las canciones más conocidas del autor, tanto así que se le ha asignado de apodo, además de adquirir cierta popularidad en la versión del blusero Juan Hernández. Este tema sobresale también dentro del disco por ser de los pocos con una temática esperanzadora. "Agua en el desierto" es un tema curioso ya que pareciera un tanto contradictoria la música, donde predominan los acordes mayores y ese cantar regocijado de Arturo que por momentos pareciera querer quebrase en lamento, con la letra que nos cuenta el final de una vida de amargura, que encuentra por fin la paz al alcanzar su destino final. "Amor en el éter" es el otro tema que destaca en el disco por ser una canción de amor, y una bastante buena, por cierto, con magníficas e inteligentes metáforas ("quiero ser el polo opuesto de tu polo/y coincidir en las estepas de silencio/y generar la luz del amor"), sutiles guiños al erotismo e incluso a la fe. Su título está basado en aquel fluido hipotético invisible, sin peso y elástico, que se consideraba que llenaba todo el espacio y constituía el medio transmisor de todas las manifestaciones de la energía: Éter. Remata la canción un excelente solo de guitarra acústica.

"La ventana" es uno de los temas más experimentales de Arturo en este disco, rompiendo con la métrica común de la canción en este poema por momentos recitado, con cierto apuro, con mayor o menor intensidad, dándole así una auténtica interpretación y acompañado de una música sencilla que también por instantes dan mayor o menor fuerza a este texto que nos brinda un panorama de la realidad marginal, oscura y monótona que se vive. En un estilo similar se desenvuelve "La cena del chacal", por momentos cantada, por momentos recitada, en la que el protagonista busca un escape de todo ese ambiente, con una música sombría y de constante tensión. Para cerrar el disco la rola "Yo no ero", con la cual rompe toda esa tensión acumulada a lo largo del disco a ritmo de corrido, acompañado de acordeón y el sonido de tuba que le da cierto aire más festivo a la rola, para en este estilo, más bien cómico, cantarnos sobre todas esas expectativas que podríamos tener del artista.

Algo curioso con esta edición de compacto, que es algo común en la discografía de Arturo entre formato y formato, es el cambio en el orden de las canciones en comparación a su edición en caset y en vinilo. Personalmente siento que esto juega un papel importante al escuchar una obra un tanto conceptual como esta, ya que francamente encuentro más atractivo el orden de las canciones (*) en la edición de caset; hay un mejor emparejamiento de los temas para el disfrute más ameno del álbum. A final de cuentas todas las canciones están ahí y llevan dentro de sí su esencia, que en conjunto dan el enfoque a la obra. Una auténtica oda a los marginados por esta realidad sombría, que trastorna, que pervierte y que pareciera no tener escapatoria. A todos ellos va dedicada, a todos ellos que en algún momento han decidido mandar todo a... Galaver, Galaver, Galaver, Galaver...


*Orden de canciones de la edición en caset (recomendado):
 1. La cena del chacal
 2. El grito
 3. Madre
 4. Poeta de ningún lugar
 5. Amor en el éter
 6. La ventana
 7. Si tuviera un corazón
 8. Agua del desierto
 9. Yo no ero


- Arte adicional:
Interior

Contraportada

5 comentarios:

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