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miércoles, 13 de diciembre de 2023

Ronny - Los espejos de la memoria...

Artista: Ronny
Álbum: Los espejos de la memoria...
Año: 1992
Género: Ambient, New Age
País: México
Fuente de análisis: CD original (1992), Grabaciones Lejos del Paraíso [CDGLP046] 

Lista de canciones:

 1. Advaita (Camino no dual)
 2. Samsara (Cadena de nacimientos y muertes)
 3. Vendaval de ausencias
 4. Flor de loto
 5. Andarás en mi corazón
 6. Crisálida
 7. La paja en el ojo
 8. Corazones de polvo
 9. Atajo pernicioso
10. Algunos caminos
11. Nocturno para un trío de sonámbulas
12. Lluvia
13. Deja vu
14. Tregua bajo la luna


La música fue compuesta, arreglada y ejecutada por Ronny, durante mayo del '91 a junio del '92.
Músicos invitados en las notas del disco.

Producción: Cecilia Abusaid, Ronny.


Sobre el disco (por Jorge R. Soto de la revista Conecte):

Ronny es un músico nativo de Durango que ha utilizado los teclados como vehículo primordial de expresión. Su trabajo se orienta al espectro instrumental, aunque no desecha la voz humana (femenina, por lo regular) para añadirle inquietantes matices a su ejecución. Pese a que los "clasificadores" empedernidos se han empeñado en colgarle el sambenito de la música de la nueva era, debido al carácter meditativo de alguna de sus composiciones y a la permanente ausencia de acordes estridentes, la realidad es que el trabajo de Ronny va más allá de esa elemental definición.

La obra de este tecladista semeja a una versátil embarcación que navega por diversas corrientes musicales, en ocasiones unas más agitadas que otras y cuyas aguas se mezclan, de modo indefectible, para conformar una afluente distinta que, alimentada por las otras, lleva a la superficie algunas nuevas y refrescantes olas.

Grabaciones Lejos del Paraíso es la marca en la que Ronny ha producido todos sus álbumes, y en la que ha dejado constancia de sus intenciones, plasmadas en dos trabajos previos que originalmente salieron a la venta por separado, y que actualmente se integran en un solo disco compacto. El esfuerzo contenido en ese par de incursiones en el terreno musical recorre el camino del desarrollo de un tema en una obra de largo alcance, de línea definida a partir de la cual se desprenden múltiples figuras musicales en las que los teclados, como eje central y motor de impulso, otorgan a las canciones un aire reflexivo, etéreo o, si se permite, espectral. 

El título de cada uno de los álbumes iniciales de Ronny explican, por sí mismos, sus preocupaciones temáticas lo mismo que el sendero que él escucha va a recorrer a partir de que la lectora de impulsos electrónicos se pose la superficie del circulo metálico. Ese par de primeras incursiones en el escenario de la música llevan por título: La Zona del Silencio y El Árbol de la Noche Triste.

En 1992, Ronny grabó su tercer disco, Los Espejos de la Memoria. Esta obra, la más reciente de todas, fue realizada entre mayo de 1991 y junio de 1992. En estos espejos se reflejan las inquietudes de Ronny, que apelan a diversas tendencias musicales incluso desde que el primer corte se deja escuchar bajo el nombre de "Advaita (Camino no dual)" que es una tonada de corte electrónico, de aire industrial con toda esa cadencia de golpear de yunques que rompe en una especie de acorde-silbato-de-barco que da la amplitud necesaria para que, tanto las guitarras acústicas como los sintetizadores se releven alternando su función rectora, con los fantasmales coros, el goteo sintetizado y las atmósferas etéreas.

"Vendaval de ausencias" es un tema que con flauta y percusiones presenta una textura machacona, ritual, que sugiere, a ratos, una ceremonia en la noche del desierto, hasta que llega el solo de sintetizadores a imprimirle una majestuosa religiosidad apoyada por el efecto del viento. 

"Flor de Loto" es un corte de tintes iniciáticos con efectos diversos parecidos a cantos primigenios entrelazados con sonoridades orientales de cuerda y cadenciosas percusiones.

Para quienes buscan la seguridad de las etiquetas se encuentra "Crisálida" y "Atajo pernicioso". El primer título contiene un esquema en el que los sonidos del bajo, la guitarra acústica y el sintetizador matizan la acertada intervención vocal de María Castro. El segundo corte tiene una orientación progresiva y cadenciosas percusiones; además de estas dos composiciones aparece como una de las mejores tonadas del disco "Nocturno para un trío de sonámbulos", en el que el buen piano y el eficaz sintetizador coquetean a veces con el jazz de sabor nocturno.

Sin embargo, Los Espejos de la Memoria es más variado, lo mismo apuesta por los acentos clásicos "Lluvia" que por los aires totalmente percusivos "Deja vu" o por el impresionista síncopa industrial de acentos fabriles, urbanos, metálicos, en el sentido de la aleación de tendencia europea que en uno de los finales evocan ciertos aires galos "Algunos caminos" y "La paja en el ojo". Del mismo modo destaca "Tregua bajo la lluvia", de introducción como para que se desenvuelva una balada, en la que irrumpe María Castro con su estremecedora voz, y Blanca Russek y Billy Santillana con las palmas. Este es el mejor momento de guitarra del disco.

Los Espejos de la Memoria es una obra interesante que permite numerosas lecturas, que demuestra que Ronny se mueve con naturalidad en espacios de diferentes tamaños. Es, al mismo tiempo, la evidencia de que en México se desarrolla un movimiento poco publicitado (no por eso menos importante), de música contemporánea que arriesga, que busca y que encuentra con rapidez los oídos del escucha.

1 comentario:

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