Quál - Al borde del precipicio

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Artista: Quál
Álbum: Al borde del precipicio
Año: 1988
Género: Rock
País: México
Fuente de análisis: LP original (1988), Discos Pentagrama [LPP-104]

Lista de canciones:

LADO A

 1. Introducción
 2. El primer aguacero del año
 3. La máquina del tiempo
 4. Sólo una vez lo vi
 5. Rocanrolero

LADO B

 6. No sé por qué será
 7. Sr. Gasolinero
 8. Los días pasan
 9. Al borde del precipicio
10. Epílogo


Músicos:
Fausto Arellín - guitarra y voz
Miguel Ángel Pérez (Camilo) - batería y coros
Francisco Acevedo - bajo, armónicas y coros
Javier Vila - teclados
Edgar - sonido

Músicos invitados:
Nina Galindo - coros
Mario Mota - clarinete
Tulio Oñate - teclados
José Martínez (Pepe) - coros


Sobre el disco:

'Ora’sí que pus ¿Quál?

'Ora les traemos un disquito raro, por lo poco conocido, lo tuve muchos años, ya saben lo compré en el Chopo no más porque compraba todo lo nacional, este salió en el 88, la neta es que en aquella época me pareció regular, lo que me llamó la atención fue que traía un par de rolas del Rockdrigo y sabía que andaban tocando con el Rockdrigo estos del Quál. Ahora que lo escucho 30 años después, no mal, no quiero tirar mala onda, suenan bien, pero si se nota que… pues se nota que…

Regular la música, no mal tocada, un poco rockera y medio new wave o synthe rock o algo así. jodido el asunto pues les fue re-mal por haber sido grupo de acompañamiento del Rockdrigo y la sombra del mismo, que como nube negra los oscureció y nunca pudieron salir del agujero, y ya lo dice la canción "Sólo una vez lo vi", y como venía diciendo es bien gacho que el Fausto la trató y no la logró, creo que un poco por falta de equilibrio y profundidad, pues la música no es mala, y sus letras tampoco malas, un poco inocentes y muy urbanas, pero algo les hace falta a mi gusto, tal vez oficio de parte del Arellín, con el abuso de lugares comunes o formulas muy chabacanas, en fin no lo vayan a despreciar, vale la pena oírlo, es una muestra de lo que trataba de hacer en los 80’s uno de los integrantes del Colectivo de los cantantes errantes. Por ahí vale la pena bailar la canción que da tema al disco “Al borde del precipicio”, en fin no le tiren mala onda al disco, vale la pena escucharlo y bueno es parte de la historia de nuestro rock mexicano.

- Les anexo un par de textos, el primero sacado del libro del Sr. González "60 años de rock mexicano Vol 2", de Penguin Random House Grupo Editorial:

Por petición expresa de Rodrigo González, Fausto Arrellín, que anteriormente tocó con los grupos Chacra, Cuatlicue y formó parte del Colectivo Rupestre, integró en 1984 el grupo Quál, con el ex-ODA Mazahua, Francisco Acevedo, y el ex-Chacra, Adrián Gasca. El nombre provino del gato que Rockdrigo dejó en su natal Tampico…

…Posteriormente, con la integración en los teclados de Javier Vila y la batería de Miguel Ángel Pérez, grabaron en 1988 "Al borde del precipicio". En musical, es un disco alejado del sonido rupestre y más bien cercano a géneros com el new wave y el synth rock, aunque en lo letrístico su temática es urbana. Con el tema “Rocanrolero” sonaron en la estación de radio Espacio 59, de la Ciudad de México, en los tiempos de la campaña 'Rock en tu idioma'.

- Y el segundo texto por Hugokoatl (@RockticiasLED):

Conocí a Quál gracias a Rockdrigo González, como creo que la mayoría de la generación post-muerte de Rockdrigo hemos oído hablar de la banda, pues se sabe que fueron en algún momento banda de soporte del buen “sacerdote mestizo” y él estuvo a punto de grabar este disco con ellos.

Gracias a esa historia esperaba algo mucho más “rupestre” o cercano a la canción de protesta, tal como La Camerata Rupestre u On’ta, pero no, más bien está vinculado con Size, la segunda etapa de Chac Mool, Ritmo Peligroso o Bon y Los Enemigos del Silencio.

Dado ese pequeño nexo con Rockdrigo, Quál ha estado a la sombra de él todo momento. Se les menciona como nota al pie cuando se habla del tamaulipeco pero en cuestión musical resultan ser toda una incógnita.

En "Al borde del precipicio" se notan influencias del post punk, del new wave y del synth rock, sobre todo, por el uso de los teclados a cargo de Javier Vila. “Introducción” y “Epílogo” tienen la misma melodía y tienen un alto contenido del sonido “Papá soltero”, no tienen letra y bien podrían haber sido usadas como cortinillas del programa protagonizado por César Costa.

Las letras sí son del “rock urbano”, todas ellas repletas de imágenes de smog, calles, gente en movimiento, electricidad y aspectos muy urbanos que difícilmente se encuentran en el campo. “Los días pasan” y “El primer aguacero del año” dan muestra de ello, pero lo que deja en claro la urbanidad de la banda es la portada en la que se ve un edificio, un puente y un camión de la extinta Ruta 100.

La historia cuenta que Quál nace de las cenizas de Chacra y después de Coatlicue (una banda de rock progresivo comandada por Fausto Arellín) antes de la muerte de Rockdrigo. Cada uno tenía su propia trayectoria, las cuales se juntaron durante el movimiento rupestre comandado por González, Nina Galindo y Rafael Catana, de ahí que en algunas tocadas Quál era la banda soporte de Rockdrigo, hasta existe una grabación llamada Rockdrgo en La Ciudadela de 1985 firmada como Rockdrigo con Quál.

La influencia del tamaulipeco fue tanta en la agrupación, que para esta grabación se incluyen dos letras suyas: “Máquina del tiempo” que es un cover y “Sr. Gasolinero” que resulta ser una grabación inédita.

"Al borde del precipicio" es un tesoro en el sentido de lo escondido y poco conocido que es, no tanto en la calidad. Es más bien de esos discos que sirven para conocer más del rock mexicano y ‘farolear’ de eso.