La Dosis - La Dosis

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Artista: La Dosis
Álbum: La Dosis
Año: 1996
Género: Funk Rock, Pop Rock, Jazz Rock
País: México
Fuente de análisis: CD original (1996), Sony Music [CDDE 479967]

Lista de canciones:

 1. Veneno
 2. Muérdete la lengua
 3. Taxi driver
 4. Llévame lento
 5. Nada
 6. Me siento morir
 7. Tacón de aguja
 8. Tripas corazón
 9. Super 8
10. Grita
11. Lotería


La Dosis son:
Sara Valenzuela - voz, coros y panderos
Ricardo Arreola - bajo
Tlemilco Lozano - guitarras
Aldo Ochoa - batería y coros
Giancarlo Fragoso - sax tenor
Niina Venäläinen - sax alto
Gilberto Cervantes - trompeta y bugle


Sobre el disco (por Helios Rodríguez):

Se trata de la primera producción discográfica del conjunto tapatío La Dosis, en ese entonces conformado por Sara Valenzuela en la voz, Tlemilco Lozano en la guitarra, Aldo Ochoa en la batería, Giancarlo Fragozo en el sax tenor, Ricardo Arreola en el bajo, Niina Venäläinen en el sax alto y Gilberto Cervantes en la trompeta; una agrupación muy influída por bandas de funk, jazz y soul. Ésta primer grabación estuvo a cargo de una naciente división discográfica que pretendía fichar a bandas de rock en español surgidas en México, creada por Sony Music, influenciada por el éxito comercial que BMG y Ariola habían obtenido a finales de los ochenta y principios de los noventa por Rock en tu idioma y el sub sello Culebra respectivamente. La producción estuvo a cargo de Fernando Toussaint (cosa más que atinada dadas las influencias musicales de la banda).

El disco contiene un total de 11 tracks, con un sonido fresco y limpio que incorpora tendencias jazz, pop-rock,  y funk; ritmos bailables y energéticos, en momentos retro, pues pareciera que el grupo fuera una banda setentera.

- Hubo tras piezas que fueron tomadas como sencillos promocionales, “Nada”, “Me Siento Morir” y “Lotería’’; la primera es un rock pop bailable que empieza con una carga de instrumentos de aliento, mismos que marcan el ritmo el resto de la canción y una guitarra rítmica sutil sin mucha distorsión. En la segunda tiene un mayor protagonismo la guitarra, aunque los alientos salen a relucir con grandeza como si se tratara de una canción de James Brown, y aunque la letra es simple y hable de un sentimiento de amor que se quiebra con la ausencia del otro, para el video promocional, el ritmo de la canción se alentó y se incluyeron versos rapeados. La tercera canción “Lotería” tiene devaneos hacia el ska, y es una especie de canto chusco y folclórico que habla del engaño al marido mientras éste se encuentra desprevenido.

- Hay canciones de corte muy melancólico; es el caso de “Taxi Driver” que habla de recorrer la ciudad a oscuras, y acompañar la soledad en un antro de quinta, donde no se sabe de los peligros que ello pueda implicar; los metales no dejan de tomar importancia, de nuevo con aire setentero, en un solo de sax alto. “Tacón de Aguja” es de alguna manera las historias y peripecias por las que una sexoservidora tiene que pasar, los peligros, el vacío emocional, lo monótono que es llegar a ser un objeto de deseo, e incluso inminentes peligros de maltrato o muerte… todo sea por sobrevivir; en esta pieza es interesante percibir un solo de guitarra ardiente en medio de la misma. En “Super 8” invade la nostalgia cuando uno comienza a pensar en el pasado, anhelando la felicidad y viendo que el tiempo ha volado, y uno observa escenas, como si de una grabación casera se tratara; la voz pareciera que se inclinaba un poco hacia el soul, y los metales se entrelazan dando un toque agridulce a la canción.

- Otras canciones de estilo más bailable no podrían faltar, como la sarcástica “Tripas corazón” y la energética “Grita” donde abren percusiones y guitarrazos pegajosos, y que habla sobre tomar la vida por los cuernos para opder disfrutarla. También encontramos “Muérdete la legua” que es una burla a aquellos a los que se les descubre en actitudes de engaño e hipocresías. Y “Veneno” que es con la que abre el disco, y que envuelve la letra sobre la obsesión amorosa en un ritmo casi disco dado por la guitarra, y los metales que recorren épocas casi del rhythm and blues.

Fue este álbum, una producción que corrió con suerte de viento a favor, en el que se plasmó a una banda que sonaba tan bien en vivo como en el disco (dicen los que saben), la voz de Sara resuena con alcance propio y son notorias las influencias jazzeras y bluseras. En opinión de quien escribe esto, es un disco sin desperdicio alguno, en donde se rescata un sonido funk, haciendo parecer a La Dosis como una banda de otro tiempo, comparando un poco su sonido con Tower of Power, Chicago, James Brown, y herederos de los mexicanos Peace and Love, Bandido, Tequila…

Quizás de lo único que cojea este disco y, como Sara misma llegó a declarar en algún momento “La portada es horrible”, “nosotros no queríamos salir ni en la portada… nos vemos como Garibaldi”, y sí, la portada los hace parecer como un grupo pop de plástico (cosa que en algún momento les trajo confusiones), misma que fue diseñada por la gente de la disquera, donde la banda aparece en fotografías individuales de cada integrante con un fondos de colores brillante. Aunque visto a la distancia, incluso eso ahora es rescatable.

Solo hubo otras dos producciones del grupo posteriores: “Radio Acapulco” en donde hacen tributo a canciones de Oscar Chávez y Los Ángeles Negros (entre otros, y cabe señalar que la idea principal para éste, la banda pretendía rendir tributo a bandas tapatías de rock como Bandido, Spiders, Toncho Pilatos, y demás, pero la disquera se negó). Y el tercer disco fue “Hydro” en donde experimentaron con sonidos techno y rock pop.

Definitivamente se extraña una banda como esta hoy en día, pero actualmente los ex-integrantes siguen creando: Sara Valenzuela cultiva su proyecto solista, también reversiona temas clásicos del jazz con su banda Outsiders y es promotora cultural; Ricardo Arreola milita en Belanoba y Giancarlo Fragoso integró el grupo electrónico Telefunka con gran éxito, etcétera.

- Arte adicional:

Interior.