Guillotina - Guillotina

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Artista: Guillotina

Álbum: Guillotina

Año: 1994

Género: Grunge, Rock

País: México

Fuente de análisis: CD original (1994), WEA [CDXN-8149]

Lista de canciones:

 1. No se puede ceder
 2. Todo sigue igual
 3. Provocando al personal
 4. Seguimos haciéndonos daño
 5. Como ayer
 6. Cuando tengas que morir
 7. Nunca
 8. ¿En qué creer?
 9. Demasiado
10. Entre una multitud
11. No importa

Guillotina:
Alejandro Charpenell - batería
El Manco - bajo
Jorge Vilchis - guitarra
Manuel Suárez - guitarra y voz

Producido por Jack Endino.


Sobre el disco (por Francisco Zamudio, del libro 100 discos esenciales del rock mexicano):

"Nos seguimos sintiendo encasillados. Está 'cañón' que en el 2008 todavía te sigan diciendo: 'Guillotina, el mejor grupo de grunge de México'. Y está chido que nos lo digan, gracias, pero siempre hemos dicho que somos una banda de rock", señaló Manuel Suárez en una entrevista aparecida en la revista Gorila ese mismo año. A casi dos décadas de su primer álbum, la percepción general sobre el grupo no ha cambiado mucho, y esto se debe, en gran parte, a la gente con la cual trabajaron durante sus inicios.

De las cenizas de Signos Vitales nació Guillotina a principios de 1993, y pocos meses después se encontraban dentro de un estudio de grabación bajo las órdenes de Jack Endino, célebre productor estadunidense, artífice de lo que el mundo conocía en esos momentos como grunge, un estilo nacido de la mezcla entre el heavy metal y el punk, quien había producido a monstruos de dicha escena como Mudhoney, Screaming Trees, Soundgarden, y a la banda insignia de aquel movimiento sónico: Nirvana.

Entre agosto y septiembre de ese mismo 1993, Manuel Suárez en la voz y guitarra rítmica; Alejandro Charpenell tras la batería; Jorge Vilchis en la guitarra líder, y Luis Emilio Riva Palacio De Icaza, alias "El Manco" al bajo; se unieron a Endino no en Seattle, sino en el Twilight Zone Studio ubicado en Lomas Verdes, Estado de México. Jack vivió todo el proceso en el Distrito Federal en un departamento rentado en la Colonia Roma, hasta donde pasaban por él para trasladarse al sitio de trabajo.

Ahí se ocuparon de construir el álbum en arduas sesiones de entre diez y once horas continuas. Las baterías, por ejemplo, quedaron registradas en sólo tres días, mientras que las demás piezas se edificaron en veintisiete reuniones más. Aquel rompecabezas producido y mezclado también por Jack, quedó listo para que en abril de 1994, tras seis largos meses de espera, la disquera resolviera finalmente lanzarlo, en medio de una crisis político-social que amenazaba con derrumbar la estabilidad del país.

El 1 de enero de aquel año, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas desde Chiapas, mientras que el 23 de marzo, Luis Donaldo Colosio, candidato del PRI a la presidencia de la República, fue asesinado en Tijuana. En este aspecto, este disco está adelantado, involuntariamente, a su tiempo. Así lo demuestra la letra de "Provocando al personal", donde Suárez entona en uno de sus párrafos: "Si pudiera entender cada uno a los demás, no estaríamos aquí rezando por la paz”.

En el plano lírico desplegaron una serie de situaciones entrelazadas por la desilusión y el desencanto frente a lo establecido. "¿En qué creer?", es un claro ejemplo del espíritu confrontacional con el cual fue escrito este disco. "Creemos fielmente en la redención, ¿y qué pasó? No existe Dios", escupe Suárez a través de los altavoces, mientras que en "Todo sigue igual" el cantante denuncia la apatía propia de quienes hablan mucho pero, como sucede en la mayoría de los casos, hacen realmente poco por cambiar.

La constante armónico-melódica del disco está marcada por la distorsión. Aquí las guitarras se elevan a una categoría superior en relación a la base rítmica y, en este rubro, se siente que el orden en el cual fueron presentadas las canciones no fue planeado al azar, sino que cumple con un objetivo: crecer sostenidamente conforme avanzan los minutos. Por ello, "No puede ceder", el corte inicial, se encuentra en desventaja frente a la fuerza vital que te golpea la sien en cortes tipo "Entre una multitud” y "Como ayer".

Un álbum debut de primer nivel. Importante en varios rubros, entre los cuales pueden mencionarse, el de pertenecer a la élite de placas nacionales dirigidas por productores extranjeros; y porque instauró otra directriz sónica en el rock mexicano, una sobre la cual iban a desempeñarse en el futuro bandas desde Radio Kaos y Escarbarme, hasta Disidente o Glicerine. Cierto, encasilló a Guillotina como "la banda mexicana de grunge por excelencia", aunque el grupo tuvo su parte de culpa.

En vez de buscar otros horizontes en el terreno de la producción, quizá por comodidad recurrieron dos veces más a Jack Endino para que los guiara tras las consolas. El resultado de dicha decisión fue que, para 1996, regresaron con un disco con el cual rebasaron las expectativas propias y ajenas, superándose a ellos mismos como ejecutantes e intérpretes, el Rock mata pop.