Eblen Macari - Un producto de los sesentas

ESCUCHAR DISCO

Artista: Eblen Macari
Álbum: Un producto de los sesentas
Año: 1981
Género: Folk, Folk rock
País: México
Fuente de análisis: LP original (1981), EMI Capitol [LME-065]

Lista de canciones:

LADO A

 1. Contra la seducción
 2. Lamento (a la italiana) - Sin Dios y sin vos y mí
 3. Satisfacciones
 4. Solo y solidario
 5. Cuando se hacen canciones
 6. Final

LADO B

 7. Kohoutek
 8. Yo no nací en la huasteca
 9. Hemos olvidado lejos de olvidarnos


Músicos:
Eblen Macari - guitarras: clásica, doce cuerdas, procesada. Bajo y vocales
Óscar Reyoso - chellos, guitarras, percusión y vocales
Humberto Álvarez - sintetizadores y órgano
Janet Macari - vocales en "Sin Dios y sin vos y mi"
Carol McQuire - flautas en "Satisfacciones"

Arreglos: Óscar Reynoso y Eblen Macari
Cuerdas: Óscar Reynoso


Sobre el disco (por Jorge Heine):
(Advertencia - Esta es una interpretación personal acerca del álbum de Macari).

Los años 60's llegaron al mundo irrumpiendo con una serie de confrontaciones internacionales y protestas de una ciudadanía cada día más crítica, la efervescencia revolucionaria de Cuba impregnaba el continente americano, precisamente Cuba jugaba un papel importante en la crisis de los misiles de 1962, tiempo después Kennedy era asesinado en 1963, en el 64 Vietnam sufría el napal al mismo tiempo que la beatlemanía se ponía de moda entre la juventud, Luther King luchaba por los derechos de los afro americanos, en el 66 en Argentina se instauraba una violenta dictadura, en el 67 el "Che" era asesinado en Bolivia, un ícono de la generación sesentera, la primavera de Praga llegaba en mayo de 1968, Luther King era asesinado en Memphis y por supuesto en Tlatelolco la represión gubernamental abría una herida a nuestro país, en el 69 la carrera especial llevaba al primer hombre a la luna mientras el movimiento hippie cantaba y bailaba gritando "peace and love" en el festival Woodstock.

Como podemos ver la generación de los 60's vivió una época de lucha, de cambios, el estribillo "The times are changin" de Bob Dylan impregnaba el aire, es por eso que quizá Eblen Macari titula a su disco "Un producto de los sesentas" un título sugestivo, demasiado sugerente y no es por demás porque los temas que contiene el álbum parecen decirnos: Esta es la generación que aprendió a soñar, a vivir a pesar de los violentos golpes, además pareciera que la consigna es (para ese 1981 cuando el álbum ve la luz),  aunque hace mucho que el sueño ha terminado, que los caudillos del cambio se han ido y que sólo nos queda cargar con nuestra "resignación mexicana" que hemos venido arrastrando sin tregua ni piedad, debemos luchar, vivir y no dejar perder la magia aunque seamos un producto beatleano, unos mestizos sin rumbo como lo canta Macari en "Yo no nací en la Huasteca" uno de los temas más emblemáticos y más conocidos del disco, un tema sincero, autocrítico en donde reconoce nuestra falta de identidad, una identidad híbrida forjada por influencias externas. Pero bueno eso no es nada nuevo.

Sin embargo "Contra la seducción", un poema de Bertolt Bretcht musicalizado genialmente por Macari en un encuentro entre la bella cabalgata de la guitarra y los sintetizadores, abre el álbum como advirtiendo a las futuras generaciones acerca de los agoreros del cambio y de los profetas del conformismo y la indiferencia (que es muerte disfrazada).

La vida será una constante a lo largo del disco como lo podemos notar en "Satisfacciones" otro poema de Bretch, en donde se nos dice que la vida es acción, es verbo "escribir, cantar, viajar y ser amable" pero también la contemplación "nieve, el cambio de las estaciones", una contemplación que nos lleva a aceptarnos aún con nuestros errores, ¿pues qué es la libertad? con su "no me critiques, soy solidario y la libertad de regarla" para finalmente mostrarnos que el talón de Aquiles de toda sociedad y por ende de todo individuo es el olvido cuando Macari canta "Hemos olvidado lo hemos olvidado".

Este álbum refleja realidades y en verdad captura una época de la que podríamos aprender y aceptar que somos un largo discurso del pasado, que otro nombre del pasado es hoy, que somos hijos del pasado y que aunque Lennon ya a principios de los 70's afirmaba que el sueño había terminado eso no era tan cierto aún para nosotros.