Óscar Chávez - Herencia lírica mexicana

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Artista: Óscar Chávez

Álbum: Herencia lírica mexicana

Año: 1963, 1966, 1968

Género: Folclor

País: México

Fuente de análisis: 3 x LP compilado (1976), Polydor [LPR 16206-A3]

Lista de canciones:

DISCO 1: Herencia lírica mexicana vol. 1 (1963)

LADO A

 1.  El Lirio

 2.  Román Castillo
 3.  Traicionera
 4.  Del arena nace el agua
 5.  La valona del preso

LADO B

 6.  El Vaquerito
 7.  El Payo
 8.  La Cuera
 9.  El tecolote
10. La vaquilla
11. Yo ya me voy

DISCO 2: Herencia lírica mexicana vol. 2 (1966)

LADO A

1.  Benjamín
2.  El conejo
3.  El corrido de Laredo
4.  La mulita
5.  La Delgadina
6.  La higuera
7.  La basura

LADO B

8.   El borlote
9.   Llorona
10. La maquinita
11. La garza
12. El bergantín
13. Los gorgoritos
14. San Rapayel

DISCO 3: Herencia lírica mexicana vol. 3 (1968)

LADO A

1. La Ranchera
2. La Indita
3. El sombreo ancho
4. La semana santa
5. El solterito
6. En la noche tiro un lazo y al amanecer lo quito

LADO B

7.  Lázaro Patricio
8.  Paloma mensajera
9.  El Palomo
10. La copa de oro
11. El charro Ponciano


Músicos:
Oscar Chávez - voz y arreglos
José González Márquez - guitarra


Sobre el disco:

Sírvame un Chávez especial pa’ llevar*

Esta es una edición de 1976 de los 3 discos que grabó Óscar Chávez al inicio de su trabajo musical, Herencia lírica mexicana vol. 1 (1963), vol. 2 (1966) y vol. 3 (1968) que finalmente sería una de las principales temáticas tratadas por Óscar: la música tradicional mexicana, la canción de protesta, así como la canción latinoamericana y una vertiente sobre la parodia política.

Este es un material que platicado se siente un poco pretencioso, como tema de etnomusicólogo, y tal vez eso sea una de las cosas interesantes de este material, que tiene la importancia de ser material relacionado con la preservación de la cultura en México, canciones como "Román Castillo" o "La Delgadina", sólo como ejemplos, pues los 3 discos son eso recopilar material que de otra forma sería olvidado en alguna biblioteca o texto sesudo de algún etnomusicólogo. En cambio a partir del trabajo de Chávez, alcanzó una distribución amplia, este cancionero. Y no me extiendo más en este sentido pues la importancia de este material está en escucharlo y disfrutarlo. 

Que sea una buena manera de rendir homenaje a un músico mexicano que fue desde un Caifán con estilo hasta (antes de su partida) un patrimonio cultural vivo. Un personaje fuera de serie cuya huella en la música mexicana será imborrable, como compositor, como magnífico interprete con esa voz tan única e inconfundible, como luchador social, crítico de la política en nuestro país, rescatista y promotor de la música tanto nacional como de América Latina, sin poses y sin buscar banalidades como la fama o el estrellato. Toda una lista de características y logros que dadas las circunstancias históricas en las que surgió hacen imposible que vuelva a existir un artista como él, con su influencia y su legado. Grande e irrepetible, larga vida al Caifán Mayor, hasta siempre Óscar Chávez.

- Ahora un extracto de entrevista realizada en 2015 por Jorge Buenfil para la Jornada Maya:

¿Cuándo encuentras a Óscar Chávez el cantor?

–Canto desde niño. Cuando grabé mi primer disco, en los años 60, ya cantaba con José González Márquez. En 1961 ingresé a la Escuela de Teatro de Bellas Artes. Ahí conocí a Pepe y poco tiempo después empezamos a cantar, por ahí del 62, 63, en las facultades de la Universidad Nacional, en el Politécnico y en la Normal Superior.

¿Sentiste que con ese disco pasaría algo?

–No. Lo del disco fue casual, porque quien lo hizo posible fue una señora hermosísima, Lilián Mendhelson. Era investigadora y le gustaba el folclor. Vivió mucho tiempo en México y creo que murió aquí. Era encantadora y hacía programas en Radio Universidad.

“Un amigo de ella llegó a trabajar a Discos Polydor –que al principio se llamaba Discos Dusa y luego Polygram– y este hombre me dio chance de grabar el primer disco –¡lo grabamos casi en piedra, porque si acaso había cuatro canales!– con la guitarra de Pepe González Márquez en un pequeñísimo estudio ubicado por el Panteón de Dolores. Todo fue como muy doméstico y aún tengo por ahí la foto del disco. La tomó Rodrigo Moya, a quien ya conocía.”

A veces la gente se queja porque no te gusta dar autógrafos ni posar para la foto.

–Es muy ingrato, Jorge. A mucha gente le fascina retratarse hasta encuerado. A mí no me gusta. Cuando canto, tardo cuatro o cinco horas en llegar, prepararme, vestirme. Te avientas dos horas trabajando y luego tienes que aguantar dos o más retratándote. No me parece justo ni es lo mío. Los caminos del ego son bastante incómodos.

¿Cuándo dejar el escenario?

–No me preocupa, porque cuando llegue el momento será triste y doloroso. Las cosas dan hasta donde dan. Lo único que le pido a los dioses es tener cordura para callarme el hocico a tiempo y no andar cantando en silla de ruedas ni con oxígeno. Callar a tiempo es más sabio.

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- Notas adicionales de algunas de las canciones:

* Cita (ATM- 1951 - Ismael Rodríguez)