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jueves, 13 de junio de 2019

José Antonio Nachón - Canciones de amor y olvido

Artista: José Antonio Nachón
Álbum: Canciones de amor y olvido
Año: 1985
Género: Trova
País: México
Fuente de análisis: LP original (1985), Finisterre [JAN 02A-B]

Lista de canciones:

LADO A

 1. Tengo
 2. Conocías el camino a casa
 3. Anoche soñé que la vida
 4. Pasa
 5. Sabes

LADO B

 6. Quizás tu nombre
 7. A pesar de ti
 8. Por las noches
 9. Puedo decirte
10. Me iré
11. Quiero imaginar


Músicos:
Leonardo Sandoval - teclados
Víctor Mariaca - guitarra
Eblen Macari - guitarra
Juan Carlos Novelo - batería
Beto Delgado - sax
Alejandro Méndez - bajo en "Quiero imaginar"
José Antonio Nachón - voz, letra y música


Sobre el disco:

Segunda y última producción del cantautor José Antonio Nachón, en el que continua su estilo mayormente sombrío de letras deprimentes en un tono un tanto trovadoresco que con su profunda voz logra atrapar aquellas almas afligidas. He de advertir que su música puede no ser del gusto de varios, pues por su tono melancólico y pesimista por momentos, conecta más con personas con cierta sensibilidad a esta música, quizás es más probable que te atrape en el ánimo adecuado para alimentar con sus melodías a nuestros demonios azules.

Aunque no es tan común, la música de José Antonio Nachón también trae consigo un dejo de esperanza, así es como sorprende un poco en el tema de apertura "Tengo". Hay en el canto de José un poco de alegría, al haber encontrado motivos para continuar en esta tortuosa vida. Paralelo a esto se percibe un cierto hartazgo a la situación de la vida en pareja. En los versos se utiliza como recurso la figura retórica de la anáfora, de hecho es un elemento muy común en todas sus letras. Ahora el sonido plenamente acústico del primer disco se aleja un poco para darle la tarea de ambientar las emociones a un teclado con tonos de piano eléctrico.

Regresa el sonido acústico de la guitarra, con algo de reverberación, y su enfoque melancólico en "Conocías el camino a casa". Así cuando a aquella mujer amada le aflijan las mismas emociones negativas, sabrá el camino de vuelta para compartir soledades con el también sensible artista. Aunque también puede interpretarse con un cierto tono de reproche por el poco interés en conocer los pesares del otro. Regresan a la mitad los teclados para quedarse y brindar ambientes y melodías para el resto del disco.

"Anoche soñé que la vida" es un tema bastante reflexivo que se siente como un poema musicalizado, dedicado a la vida y a lo que en ella aprendemos.

Cuantas veces nos hemos enamoramos de una mentira, de una ilusión y caemos en una relación que tan sólo resulta ser una farsa, el tiempo y la monotonía hacen de las suyas y se derrumba aquella fachada que creíamos sólida. Esto es lo que relata José Antonio en "Pasa".

Regresan los tonos optimistas en bellas melodías cercanas al jazz en "Sabes", donde desde los primeros acordes de introducción la canción nos anuncia nuevamente una esperanza, sin dejar completamente los aires melancólicos. En tiempos donde la violencia es el pan de cada día y es una cuestión que por más que queramos no podemos evitar, ya nos conformamos con encontrar algo de calma en un lugar donde nunca reinará la paz. Esa calma que nos dan aquellos momentos dulces a lado de la persona amada y los instantes de felicidad del día a día.

Sin embargo en "Quizás tu nombre" nuevamente llega el agotamiento, o quizás sea que uno se halla tan habituado a la soledad. Esa soledad y su cotidianidad se arraigan tanto que es difícil dejarla, es como un enamoramiento a las emociones que acompañaron nuestro pesar. Esta convicción a la tristeza y a la soledad se reafirma en  "A pesar de ti"; que analizando la letra bien podría tratarse de un tema pagano y profano, de alguien que reprocha su existencia, la cual es posible a pesar de aquel dios ("yo he crecido sin fe, que yo no invento mil mundos / y ya ves, a pesar de ti sigo vivo").

El tormento continua "Por las noches" que es cuando los recuerdos invaden, cuando los demonios se liberan, sólo el amanecer pone calma a las aflicciones. Sólo el sol, su luz, su calor nos da esa sensación de amor incondicional, que ninguna otra persona ha sabido dar y así llegan los reproches y las confesiones ("Puedo decirte"). Ante un panorama tan lleno de desolación sólo queda partir, alejarse de la falsedad de todo, cansado y triste ("Me iré"). Pero después de permitir a los demonios adueñarse de nuestros pensamientos, resurgirá la esperanza en "Quiero imaginar", porque aunque en la realidad predominarán los momentos de angustia que nos rodean, esos pocos momentos de alegría y de disfrute de la vida son más valiosos. Los instantes tristes nos ayudan a valorar más esos instantes de felicidad.

Ahí radica la fuerza de la obra de José Antonio Nachón, ya que si bien la música es más asociada con lo jubiloso, con el pasar un buen rato, la música como arte también debe exhibir honestidad y congruencia con las emociones que vivimos. No todo es felicidad y aunque haya calma en nuestra vida, basta voltear al mundo exterior, a la gente sin oportunidades, que vive en la miseria y hay que reflexionar sobre qué podemos hacer para mejorar nuestro entorno. También hay mucho que aprender de ellos que viven instantes de felicidad fuera de las cosas materiales. Y por supuesto, cuando la tristeza y la melancolía por los problemas personales nos atrapa, hay que saber sobrellevarla, apreciarla y vivirla. Todo es parte de la vida.

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