Artista: Caifanes
Álbum: El diablito
Año: 1990
Género: Rock
País: México
Fuente de análisis: LP original (1990), RCA / BMG [LAN 913] + CD reedición (2010), RCA / Sony Music [CDM 3045]
Lista de canciones:
LADO A
1. Detrás de ti
2. Antes de que nos olviden
3. De noche todos los gatos son pardos
4. Sombras en tiempos perdidos
LADO B
5. El negro cósmico
6. La célula que explota
7. Los dioses ocultos
8. El elefante
9. Amárrate una escoba y vuela lejos
9. Amárrate una escoba y vuela lejos
Integrantes:
Saúl Hernández - guitarra y voz
Diego Herrera - teclados y saxofón
Sabo Romo - bajo
Alfonso André - batería y percusiones
Alejandro Marcovich - guitarra
Saúl Hernández - guitarra y voz
Diego Herrera - teclados y saxofón
Sabo Romo - bajo
Alfonso André - batería y percusiones
Alejandro Marcovich - guitarra
Sobre el disco (por Antonio Malacara Palacios / La Jornada, 1990):
Nada más hay dos clases de música: la material y la espiritual, afirmaba Henry West hace treinta años con un Campari en la mano. Hoy, sin teorizar y tal vez sin pretenderlo, Caifanes logra unir ambas vertientes a través de un rock que nace del sótano de las entrañas, se agazapa en el corazón, juega en (con) los oídos y el cerebro, y termina por vertirse en los bolsillos de generosos ejecutivos disqueros que empiezan a creer que, a pesar de todo, el rock es un buen negocio en México.
Aunque el grupo terminó de grabar su segundo elepé en diciembre del año pasado, no fue sino hasta julio que nos lo presentaron entre bombos y vasos de whisky. Parece ser que la postproducción, que a final de cuentas es lo menos afortunado (empezando por la portada), fue la que les hizo perder más tiempo. Se llegó a hablar incluso de que Caifanes había desaparecido.
Pero pues fíjense que no. Lejos de ahí, cerca del mar, Caifanes nos entrega nueve canciones que echan por tierra el mito de "La Negra Tomasa", pues en lugar de refugiarse en esa exitosa fórmula, que los convirtió en el primer grupo mexicano de rock que llega al primer sitio de popularidad en todos los rincones del país, estos locos escarban todavía más las excavaciones sensoriales de Saúl Hernández, concretan un nuevo diálogo y nos vuelven a mostrar, entre la penumbra, una sorprendente carga de vitalidad e inventiva.
Es el rock que muchos ya esperábamos, es la esencia de Caifanes que nos lleva por nuevos vértices, por el apacible vértigo de los claroscuros, es la armonía y el ritmo contundentes de los instrumentos que enmarcan la voz que pasea entre la seguridad y la timidez sin ningún problema, es la muy evidente integración de Marchovich en la guitarra, es la célula del negro cósmico que explota en la noche donde todos los gatos son pardos, para que antes de que nos olviden los dioses ocultos detrás de ti, un elefante de sombras se amarre a una escoba y vuele lejos.
En vivo esta música es todo un ritual. La naturaleza introvertida se disfraza de dominio escénico. Los diablitos en la escenografía y la portada ratifican la ambivalencia de us personalidad (la del grupo), los ritmos crecen para después regresar y agazaparse en la intimidad de estos cinco cerebros. Los Caifanes son dueños de la situación y la gente disfruta interviniendo respetuosa y desmadrosamente en la ceremonia.
Caifanes despliega la emotividad, el sentimiento y la inteligencia suficientes para que estómago, corazón y cerebro abran las compuertas de par en par, en conjunto o por separado, dependiendo de lo que cada portador ande buscando; es una magia muy particular que, hasta ahora, sólo hemos visto en los buenos grupos de rock.
Pero todo sigue girando. Todavía no podemos decir lo que queríamos decir. Estas piezas de alquimia que filtran por los noventa lo que se hacía por los setenta. Esta sensación de los músicos atormentados que sólo pueden liberarse en los surcos del acetato o en los instante del escenario. Esta polarizada respuesta de la gente. Esta idea de que Caifanes es un grupo de líderes inadaptados que aún no asimilan del todo su propio fenómeno. Esta absurda confusión entre oferta y demanda y mercado y... Esta bronca de entender el fenómeno Caifanes en lo general pero no en lo particular. Estas estúpidas regresiones al salón de clases. Esta tierna necrofilia que se derrama en cada surco. Este nuevo intento de mexicanizar el rock.
Todo nos sigue dando vueltas.
Nada más hay dos clases de música: la material y la espiritual, afirmaba Henry West hace treinta años con un Campari en la mano. Hoy, sin teorizar y tal vez sin pretenderlo, Caifanes logra unir ambas vertientes a través de un rock que nace del sótano de las entrañas, se agazapa en el corazón, juega en (con) los oídos y el cerebro, y termina por vertirse en los bolsillos de generosos ejecutivos disqueros que empiezan a creer que, a pesar de todo, el rock es un buen negocio en México.
Aunque el grupo terminó de grabar su segundo elepé en diciembre del año pasado, no fue sino hasta julio que nos lo presentaron entre bombos y vasos de whisky. Parece ser que la postproducción, que a final de cuentas es lo menos afortunado (empezando por la portada), fue la que les hizo perder más tiempo. Se llegó a hablar incluso de que Caifanes había desaparecido.
Pero pues fíjense que no. Lejos de ahí, cerca del mar, Caifanes nos entrega nueve canciones que echan por tierra el mito de "La Negra Tomasa", pues en lugar de refugiarse en esa exitosa fórmula, que los convirtió en el primer grupo mexicano de rock que llega al primer sitio de popularidad en todos los rincones del país, estos locos escarban todavía más las excavaciones sensoriales de Saúl Hernández, concretan un nuevo diálogo y nos vuelven a mostrar, entre la penumbra, una sorprendente carga de vitalidad e inventiva.
Es el rock que muchos ya esperábamos, es la esencia de Caifanes que nos lleva por nuevos vértices, por el apacible vértigo de los claroscuros, es la armonía y el ritmo contundentes de los instrumentos que enmarcan la voz que pasea entre la seguridad y la timidez sin ningún problema, es la muy evidente integración de Marchovich en la guitarra, es la célula del negro cósmico que explota en la noche donde todos los gatos son pardos, para que antes de que nos olviden los dioses ocultos detrás de ti, un elefante de sombras se amarre a una escoba y vuele lejos.
En vivo esta música es todo un ritual. La naturaleza introvertida se disfraza de dominio escénico. Los diablitos en la escenografía y la portada ratifican la ambivalencia de us personalidad (la del grupo), los ritmos crecen para después regresar y agazaparse en la intimidad de estos cinco cerebros. Los Caifanes son dueños de la situación y la gente disfruta interviniendo respetuosa y desmadrosamente en la ceremonia.
Caifanes despliega la emotividad, el sentimiento y la inteligencia suficientes para que estómago, corazón y cerebro abran las compuertas de par en par, en conjunto o por separado, dependiendo de lo que cada portador ande buscando; es una magia muy particular que, hasta ahora, sólo hemos visto en los buenos grupos de rock.
Pero todo sigue girando. Todavía no podemos decir lo que queríamos decir. Estas piezas de alquimia que filtran por los noventa lo que se hacía por los setenta. Esta sensación de los músicos atormentados que sólo pueden liberarse en los surcos del acetato o en los instante del escenario. Esta polarizada respuesta de la gente. Esta idea de que Caifanes es un grupo de líderes inadaptados que aún no asimilan del todo su propio fenómeno. Esta absurda confusión entre oferta y demanda y mercado y... Esta bronca de entender el fenómeno Caifanes en lo general pero no en lo particular. Estas estúpidas regresiones al salón de clases. Esta tierna necrofilia que se derrama en cada surco. Este nuevo intento de mexicanizar el rock.
Todo nos sigue dando vueltas.
- Arte adicional:
Portada CD reedición (2010).
Lista de canciones en CD reedición (2010):
1. Detrás de ti
2. Antes de que nos olviden
3. La vida no es eterna
4. De noche todos los gatos son pardos
5. Sombras en tiempos perdidos
6. El negro cósmico
7. La célula que explota
8. Aquí no pasa nada
9. Los dioses ocultos
10. El elefante
11. Amárrate una escoba y vuela lejos
10. El elefante
11. Amárrate una escoba y vuela lejos
FLAC: https://thinfi.com/4fr7
ResponderBorrarCaifanes - Vol. II (El Diablito) (LP original)
BorrarFLAC(LP Parte1): https://thinfi.com/09ek0
FLAC(LP Parte2): https://thinfi.com/09ek1
HD(Parte1): https://thinfi.com/09ek2
HD(Parte2): https://thinfi.com/09ek3
HD(Parte3): https://thinfi.com/09ek5
Gracias :¬)
ResponderBorrarGracias amigo
ResponderBorrarEn efecto, el mejor de Caifanes. Gracias
ResponderBorrarGracias! es un gran aporte amigo, de casualidad tendrás el Silencio? Es otro gran álbum!
ResponderBorrarPues sí, aunque es un álbum relativamente muy sencillo de conseguir. Por ello tendría que pensar la posibilidad de publicarlo, pues además es un material muy cazado por su discográfica. En fin, si de verdad no puedes conseguirlo te lo podría compartir por correo(juan_pedraza5@hotmail.com). Saludos.
BorrarBuenos discos! ojala se pueda subir el primer LP de caifanes en su version original o el de las Insolitas imagenes de Aurora! jejeje Gracias por el aporte y Felices Fiestas!!
ResponderBorrarEspero pronto tener listo el primero de Caifanes para compartirlo por aquí. De Insólitas lo que se ha editado son grabaciones no oficiales, pero igual veré si puedo compartir algo de ellos. Saludos.
Borrar¡Muchas gracias! ( ´ ▽ ` )ノ
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