Peace and Love - Peace and Love [EP]

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Artista: Peace and Love

Álbum: Peace and Love [EP]
Año: 1972

Género: Jazz fusión
País: México 
Fuente de análisis: EP original (1972), Raff [EPR-625] 

Lista de canciones: 

LADO A 

 1. Latin feeling (Sentimiento latino)

LADO B 

 2. Memories for those who are gone (In memorian de los pirados)

 3. Until (Hasta)

Peace and Love - Latin feeling/We got the power

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Artista: Peace and Love

Álbum: Latin feeling/We got the power
Año: 1973

Género: Jazz fusión
País: México 
Fuente de análisis: Sencillo original (1973), Raff [RS-233] 

Lista de canciones: 

LADO A 

 1. Latin feeling (Sentimiento latino)

LADO B 

 2. We got the power (Tenemos el poder)

Tenemos el poder (texto de Víctor Moreno):

En los años recientes he sido invitado a participar en diferentes foros y emisiones radiofónicas acerca de mi experiencia en el escenario de Avándaro e inevitablemente siempre se llega al punto de comentar el episodio protagonizado por Ricardo Ochoa de la banda Peace & Love cuando al calor de su participación arengó al público con su grito ahora histórico "Chingue su madre el que no cante". 

Desde mi óptica personal para empezar, esto no fue proferido con intención de insultar ni mucho menos. Simplemente él se expresó en el lenguaje común, que utilizamos todos los días y que era parte de su rutina en sus actuaciones de entonces en los toquines de fin de semana. La mayoría del público que seguía a Peace & Love (la banda con mayor convocatoria en ese momento), ya conocía esta rutina y respondía con entusiasmo, era parte del juego, el mismo juego que se vive en la lucha libre o el fútbol o cualquier otra expresión popular mexicana. 

Por haber sucedido justamente frente a más de doscientas mil personas que lo respaldaron y sobre todo, frente a los micrófonos de la radio que transmitía el concierto, este gesto se magnificó exponencialmente y sirvió de pretexto para interrumpir dicha transmisión por órdenes de la Secretaría de Gobernación bajo el mando de Mario Moya Palencia a quien seguramente no le hizo ninguna gracia escuchar que los que estábamos congregados allá cantáramos "Tenemos el poder", justo después del Halconazo acontecido tres meses antes bajo su bendición. El gobierno se adjudicó (como siempre), el derecho de decidir qué debe escuchar la gente lo cual es ilegal. Al paso de los años han sido muchos quienes han manifestado que por culpa de Ricardo el Rock Mexicano fue vetado de los medios y cayó en un agujero del que no termina de salir. Eso es una mentira. 

Para quienes vivimos el 68 y el Halconazo, queda muy claro que el gobierno no va a permitir nunca que el pueblo se organice y les pida cuentas. Que sucediera Avándaro fue un descuido que se les salió de las manos y se dieron cuenta cuando el festival ya estaba transcurriendo. Tenían que encontrar la manera de detenernos y lo que Ricardo dijo solamente fue el pretexto que necesitaban para llevar a cabo algo que de todas formas ya habían decidido hacer: cortarnos la cabeza a través de un linchamiento mediático.

Aún si Ricardo no hubiera dicho lo que dijo, la situación hubiese sido la misma. El Rock Mexicano no fue vetado por culpa de Ricardo Ochoa, sino porque su esencia rebelde y demandante en un punto álgido de nuestra historia lo había tornado incómodo para el gobierno, porque provocaba que la gente tomara conciencia. Y esa gente se congregó en Avándaro. Ricardo fue congruente con su personaje y su filosofía. Él era el hippie por antonomasia y creía firmemente en lo que hacía y decía y en ese momento se convirtió en la voz de una generación que estaba ahí viviendo un episodio único en la historia de nuestro país y lo expresó como tenía que ser: a la mexicana. Si en los años posteriores el Rock Mexicano cayó en un agujero negro y se fue disolviendo, no fue por una mentada de madre. Fue por la suma de circunstancias en las cuales inciden las decisiones tomadas desde la cúpula gubernamental, el sometimiento de los medios, la destrucción paulatina de la infraestructura, la militancia priísta del SUTM y la desorganización e insidia de aquellos músicos que no se integraban al espíritu básico del rock, ya fuera por necesidad o por apatía. En Avándaro nadie chingó a su madre porque todos cantaron "Tenemos el Poder".