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miércoles, 3 de enero de 2024

Salón Victoria - Locos & rucas in retro

Artista: Salón Victoria
Álbum: Locos & rucas in retro
Año: 1999
Género: Ska
País: México
Fuente de análisis: CD original (1999), Opción Sónica [OPCD 99] 

Lista de canciones:

 1. Nasty uncle hippie
 2. Zapata ¡bo pha!
 3. Sol de medianoche
 4. Satanás swing
 5. O.S.S.
 6. Fandango Allende
 7. Salomé (Skamaleón)
 8. Mamambo chango
 9. Mil coyotes mariguanos
10. Ponzoña's surf
11. Ciudad sin guerra
12. Tumbao fregrao
13. La noche estaba puesta


Salón Victoria:
Héctor Carrillo - voz
Cheko Pacheco Mendoza - batería y percusiones
Timo Pacheco - guitarra
Roberto Pacheco - bajo
Vlady Diaz H. - percusiones
Saúl Castillo M. - teclados
Hugo Ávila A. - trombón
Salvador Frías P. - saxofón
Citlalli Camacho M. - acordeón
Héctor Pacheco - trompeta
Eudardo Montesinos - trompeta

Producción artística: Iván Jared Moreno.


Sobre el disco (del libro Del negro al blanco. Breve historia del ska en México (2000), de Aída Analco y Horacio Zetina):

La mezcla del ska con ritmos como el surf, el swing y otros géneros latinos hacen la característica principal de esta banda. El afán por la moda retro los ha colocado como uno de los grupos preferidos del público skasero. Con letras que reflejan vivencias cotidianas y un sonido muy definido, Salón Victoria se inscribe actualmente como una de las bandas más importantes del ska en México.

Surge en 1996, de la fusión de dos bandas, Radio Machete y Mr. Chile, durante mucho tiempo estuvimos con el nombre de Radio Machete y a finales del 1997 nos pusimos Salón Victoria. El nombre de "salón" nació como una representación de la música, de pretender amenizar un lugar, ya que nuestro concepto musical es hacer algo movido que tenga el sello de bailable, lo de "victoria" viene desde conseguir algo, lograr algo, la chela "Victoria", el desmadre que tiene también su color y el nombre de mujer, es como una manera de romper estigmas, normas y reglas, dar un espacio femenino en el que se puedan abrir muchas cosas, pero cada quien lo interpreta a su manera. Lo que tratamos de hacer en el nombre fue retratar las emociones que puede haber en una persona, odio, amor, broncas, tragedias, etc., y todo esto se puede dar tanto en un lugar como en un salón, y victoria es para hacerlo algo más real y que tiene que ver con las mujeres y la pasión, que es lo que mueve al grupo.

Lo que engloba el movimiento también atrapó a todas las bandas que estábamos ahí y el ska se plantea como un ritmo fundamental de todas ellas. Muchas bandas hemos hecho fusión con otros ritmos, tratando de crear un estilo propio. El ska es una presencia muy fuerte en el Salón Victoria, pero también hay otras alternativas musicales que estamos explorando y que nos interesan.

Las influencias en la banda son muy distintas, porque somos muchos en el grupo y venimos de distintas partes, además tenemos diferentes edades, el más chico es Hugo que cuenta con 17 años y los más grandes son Héctor y Saúl que cuentan con 27 y 28 años, respectivamente, lo que significa que se trata de distintas generaciones, pero lo que nos está atrayendo mucho son las grandes orquestas. Más que nada la influencia principal es Mano Negra, que a todos nos gusta, las bandas alternativas son Negu Gorriak, Los Cadillacs, preferimos bandas que no se amarren a países y a fronteras, nos inclinamos por música que no se aferre a una barrera. Salón Victoria está aún en conformación; hay muchos que estamos chavos y todavía no decidimos alguna línea, pero lo que tomamos ahora es la locura que puede haber en cada quien.

Para mí (Citlali, acordeonista) no ha sido difícil estar en el grupo, aún cuando mucha gente así lo pensé, porque vivimos en un país con una cultura machista y la mayoría de veces te hacen menos. A mi no me ha costado mucho trabajo. Nos tratamos de igual a igual.

Dentro del grupo hay un mestizaje tremendo, por- que hay muchas opiniones muy encontradas y muy compartidas, cada uno aporta algo a las rolas; las temáticas van de éstas desde hablar pendejadas y decir incoherencias, hasta aventarse rollos más clavados.

Tratamos de no censurarnos e intentamos decir las cosas como son. Las letras son como momentos encapsulados, si de repente es necesario decir una grosería, la decimos, es algo que podemos manejar. Y precisamente el camino que seguimos de Radio Machete es por esta cuestión luchona, ahorita no hay muchas rolas que toquen esos rollos, pero en cada uno de nosotros sigue esa cuestión combativa y de rebeldía, de cuestionamiento.

Ahora las canciones son de una lírica no muy explicita, ni que adoctrine, es algo en lo que estamos en contra. Es mucho de intención. Hay una canción que se llama «Salomé», que trata de esa libertad que hay de poder sentir, de quitarte un chingo de prejuicios sobre las chavas. No es algo explicito, intentamos que nuestras canciones tengan muchas connotaciones. Más que hacer pensar, el Salón Victoria se encarga de hacer sentir.

La principal meta es salir a tocar y dar lo más que uno tenga, lo demás es pura consecuencia. Poder ponerle la piel china a alguien y hacer sentir a un nivel pesado, no sólo auditivamente, significa que en el fondo te estás aventando un rollo neto, para que alguien se logre apasionar y sienta algo. Un disco o llegar a otros medios es una extensión de eso, pero no es el fin, el objetivo es transmitir el sentir a la banda. Hemos tocado para el Frente Zapatista, para los mismos zapatistas, para los niños de la calle con cáncer. Hemos tocado gratis, porque sentimos que hay cosas que podemos hacer arriba del escenario nuestra música y con nuestras ideas de lo que están impregnadas nuestras rolas.

La mayor ventaja de seguir tocando en el subterráneo consiste en la libertad de trabajar y expresarse, sentir la vibra de la banda, que te puedan mentar la madre a 10 metros o que te puedan decir que tu trabajo es de poca madre y que los veas cantar de cerca, a diferencia de estar en un súper escenario a un kilómetro del público y no poder saber qué sucede allá abajo. Lo que pasó con el ska fue algo muy espontáneo que se dio por cambio generacional. Hoy las cosas han cambiado mucho, el público está constituido por sólo chavitos nuevos que no respetan los espacios. Hoy es mas difícil manejar tocadas de ska.

El ska tiene una presencia en la ciudad al parejo, antes se notaba más hacia el norte, de hecho muchas bandas que están fuertes son del norte, pero ahora ya es hacia cualquier lugar, en el centro, en el norte, en el sur hay tocadas y se jala la banda. Adonde vayas se está contagiando, en Ecatepec, San Felipe, Coacalco, al sur, al oriente, se está masificando.

La relación con algunos grupos la neta es muy hipócrita y con otros es perrona. Hay algunos hippies que se llevan bien con todos. En las bandas hay gente chida y gente culera, son cuestiones personales. Entre las bandas no hay competencia, que eso seria muy bueno, sino que hay rivalidad. Lo chido del ska es que cada banda va a ir haciendo lo suyo, y pues el destino decidirá. Pero crecer como un conjunto de bandas no creo que pase, porque no hay una relación común ideales e intereses comunes. A lo mejor se le dice movimiento, por tratar de juntar a las bandas, porque todos partimos de un punto. Esa etiqueta la pone la banda que decide que le gustan tres o cuatro grupos y los juntan a todos en un movimiento. De hecho nosotros tratamos de evitar esa palabra.

Como grupo, como Salón Victoria, no pretendemos ni normar, ni estandarizar principalmente los sentimientos, o aquello que nos gusta y que nos hace pensar. Politizar no es lo nuestro, respetamos las identidades particulares y aceptamos la diversidad y la pluralidad.

1 comentario:

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