The Tepetatles - Triunfo y aplastamiento del mundo moderno con gran riesgo de Arau y mucho ruido

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Artista: The Tepetatles 

Álbum: Triunfo y aplastamiento del mundo moderno con gran riesgo de Arau y mucho ruido

Año: 1965

Género: Rock

País: México 

Fuente de análisis: LP original (1965), Pop Art Music [LPA-001]

Lista de canciones:

LADO A

 1. The Tepetatles

 2. Cordobés

 3. Zona Rosa

 4. Que te pique el Mozambique

 5. El último romántico

 6. Sitting

LADO B

 7. Rockturno

 8. Teotihuacan a Go Go

 9. Sniff Sniff Gulp Gulp

10. Tlalocman

11. Los Monstruos

12. El peatón estaba muerto y el semáforo lloraba

Conjunto "The Tepetatles":

Marco Antonio Lizama - guitarra

Marco Polo Tena - bajo

José Luis Martínez - batería

Julián Bert - piano

Alfonso Arau - voz

Música y dirección musical: Julián Bert.

Textos: Arau, Carlos Monsiváis y Salvador Flores.

Un espectáculo imaginado, producido y dirigido por Arau.

Sobre el disco:

Les presentamos a continuación el único disco de este grupo que se hizo llamar Los Tepetatles, uno de los discos más cotizados por coleccionistas dentro y fuera de nuestro país, ya que éste jamás tuvo reedición alguna y además se trata ni más ni menos que del primer disco de rock mexicano compuesto 100% por canciones originales. Este material está lleno de curiosidades y elementos que de verdad ayudan a engrandecer su legado, pese a ser realmente muy poco conocido por el público en general. Este disco significó auténticamente un salto cuántico en el sonido del rock que se hacia en esa época en México. Desde su portada y su título kilométrico nos damos cuenta que no estamos frente a un disco cualquiera de rocanrol. Las canciones contenidas aquí son pioneras en varios estilos de fusión dentro del rock y las letras son auténticamente de las más elaboradas y creativas que se han hecho en un disco de rock en la historia de nuestro país.

Ahora bien, analicemos lo comentado hasta ahora por partes. Este tema del primer disco de rock mexicano compuesto 100% por canciones originales siempre ha sido debatible, pero aquí traigo todas las pruebas. Aunque cabe aclarar que este logro no siempre se le debe atribuir a la falta de originalidad de los grupos de la época, sino que muchas veces obedecía a presiones de la empresa discográfica quienes sólo querían grabar temas ya probados, es decir, temas que ya habían sido éxito en el extranjero. Hubo grupos que casi logran una hazaña similar a la de Tepetatles. Les puedo nombrar al grupo Silver Rockets originarios de Veracruz que en 1961 grabaron un disco con sólo temas originales a excepción de un cover "San Luis Blues". De ahí existen otros posteriores como el LP del grupo Los Aliviadores (1968) que sólo incluyeron un cover al tema (muy famoso de la música ranchera mexicana) "Cucurrucucú paloma". Otros muy mencionados en este rubro son el grupo Los Ovnis y su disco Hippies (1968), aunque igual incluyen un cover del grupo The Doors, "Enciende mi fuego" ("Light my fire"); que como mencionaba anteriormente, muchas veces estos temas entraban por obligación ya que las disqueras los exigían, lo cual no es "culpa" del artista. Finalmente en 1969 el LP Pastel de aniversario del grupo Las Ventanas sí logra el objetivo de editar un disco compuesto únicamente y en su totalidad por temas originales. Pero eso fue cuatro años después que este de Tepetatles...

Siguiente punto a analizar: Los (The) Tepetatles no fue un grupo que existiera realmente. Es decir, este nace más como un proyecto a raíz de un espectáculo que monta la voz principal de la banda, el muy reconocido actor (en aquel entonces más reconocido como mimo, cómico y bailarín) Alfonso Arau, a petición del actor, productor y director de televisión Ernesto Alonso. Alonso era dueño de un cabaret llamado el Quid y le solicita a Arau la realización de un show dándole total libertad creativa. Arau entonces tiene la idea de hacer algo totalmente diferente a lo que venía haciendo; para esto llama a su amigo el gran músico venezolano (radicado en México) Julián Bert. Arau que había presenciado en España un concierto de Los Beatles, con el que había quedado muy impresionado, tuvo la idea de hacer una sátira de ellos, creando así pues una banda de rock. Se suman entonces, del grupo Los Rebeldes del Rock, Polo Tena en el bajo, Marcos Lizama en la guitarra, además de Julián Bert en el piano y José Luis Martínez en la batería.

Para el espectáculo el reconocido pintor José Luis Cuevas hizo la escenografía, la portada tan icónica del disco la hizo el artista plástico Vicente Rojo. El interior del disco venía acompañado de un "insert/booklet" con imágenes de los involucrados en el proyecto, textos de estos mismos, algunas caricaturas y algunas de las letras de las canciones. Para las canciones Julián Bert hacía la música y las letras fueran hechas entre el gran escritor Carlos Monsiváis, el mismo Alfonso Arau y uno de los más grandes letristas de la canción popular mexicana Salvador "Chava" Flores. De ahí el por qué tan sobresalientes las letras en las canciones que nos presentan en este disco.

Durante el espectáculo cabe destacar la puesta en escena donde aparecía Arau con una peluca estilo Beatle tocando una guitarra de doble mástil a tres manos, ¡a sí es como lo leen, a tres manos! Obviamente se trataba de un brazo y mano postizo que se montaba sobre uno de los mástiles de la guitarra y parecía moverse a la vez que el músico movía el otro brazo. A esto se le sumaba el uso de pequeños televisores que colocaban en cada mesa, entonces mientras una cámara en el lugar filmaba el acto en el escenario, se podía presenciar en los monitores como si fuera un programa de televisión, lo que ayudaba también al espectáculo pues este cabaret era un lugar con muchas columnas que restaban cierta visibilidad.

Aunque al principio el show no tuvo tan buen recibimiento, especialmente por parte del dueño, Ernesto Alonso, quien prefirió irse de la ciudad durante los 3 meses que duró el contrato, luego de tres semanas de iniciado hasta que llegó a su fin la gente empezó a abarrotar el lugar para poder presenciar este peculiar espectáculo.

Volviendo al aspecto musical, el disco nos presenta temas con fusión de rock & roll con ska en "The Tepetatles"; toques de surf rock y guiños al sonido del rock & roll de España (de grupos como Los Brincos) en "Cordobés"; piezas con influencia jazzera bebop en "Zona Rosa"; ritmo A go-gó con "Que te pique el Mozambique"; balada solemne en "El último romántico"; algo de tintes del Ye-Yé con mucha onda Surf en "Sitting". Vuelve después el ritmo A go-gó, donde destacan las varias modulaciones durante el desarrollo de la canción en "Rockturno". Son este grupo los primeros en tratar de fusionar el rock con elementos de la música prehispánica como las percusiones y ritmos que escuchamos en "Teotihucan a go go". La genialidad de "Sniff Sniff Gulp Gulp" del cual aún no puedo descifrar cuál es la base de su ritmo, pero que es un ritmo para nada convencional de rock. De nuevo una hazaña la base rítmica de "Tlalocman", con esos acentos precisos y cambios de intensidad. El arranque como balada al piano para después estallar, luego del grito de horror, en esta marcha de rock acelerada son parte de los contrastantes de "Los monstruos"; esta misma marcha roquera se mantiene para el cierre de "El peatón estaba muerto y el semáforo lloraba".

Una labor destacadísima de todos los músicos desarrollando fraseos, ritmos, requintos, remates poco convencionales y llenos de mucha creatividad. De pronto he topado ha gente que intenta descalificar, con argumentos sin sustento, la "legitimidad" de los Tepetatles como una banda de rock, ya que su líder, Arau, no es un "roquero". Sin embargo el trabajo del grupo lo sustenta, pues se trata de auténticos roqueros provenientes de una de las banda pioneras del género en nuestro país, Los Rebeldes del Rock. Además el músico Julián Bert es uno de los más preparados y estudiosos de diversos estilos, como ha demostrado en sus grabaciones en solitario, siempre con gran versatilidad. Y en el caso de Arau, él realmente se pone en el papel de frontman roquero, su estilo para cantar y sus gritos no podrían ser más naturales en el género. Es realmente un argumento muy tonto el creer que para ser roquero, necesitas haber "nacido" roquero. Existen decenas de ejemplos de gente que siendo en principio ajena al rock, han llegado al género para enriquecerlo, pero en fin, esa es otra discusión.

Otro elemento que me gustaría destacar del disco y que es realmente un sello distintivo del mismo del que nunca se habla, es el protagonismo que tienen los coros. Pongan atención desde el primer tema la importancia de los coros en cada una de sus intervenciones. De pronto el cantante suelta un verso y luego llega el coro a rematarlo, lo cual me parece una genialidad. Es decir no son sólo coros de segundas voces sino que se vuelven otro actor principal. Escuchen entonces con esto en mente temas como "The Tepetatles", "Que te pique el Mozambique", "Sitting", "Rockturno", "Sniff Sniff Gulp Gulp", "Los monstruos" y especialmente el tema final "El peatón estaba muerto y el semáforo lloraba".

Las letras del disco están plagadas de diversas referencias culturales de la época,  muchas de éstas aún perduran y varias que sigo descubriendo en cada escucha. Obviamente la mención a los Beatles en el tema de inicio o la famosa frase de Hamlet de Shakespeare; "Cordobés" es dedicada al famoso torero español Manuel Benítez, pero la serie de imágenes que presenta la letra son de verdad fantásticas. "Zona Rosa" obviamente hace referencia a aquel famoso lugar en la Ciudad de México en la óptica de aquella época, donde igual se sueltan algunas frases en idioma extranjero como italiano, inglés y francés, más algunas referencias fílmicas (p.e. La dolce vita, Los paraguas de Cherburgo). Canciones que juegan un poco con la sátira de la canción de rock con letra un tanto sin sentido como "Que te pique el Mozambique", satirizando quizás la publicidad subliminal en las canciones, o "Sitting", donde me parece que igual un poco se satirizan las distorsiones al lenguaje. "El último romántico" es una bellísima canción de amor que de pronto no sabía si tomarla en serio o no, pero lo genial es que creo que funciona de ambas maneras.

"Rockturno" es la única que toma como inspiración un famoso poema, "Nocturno a Rosario" de Manuel Acuña, a la que sólo le agregan un coro adicional para presentarla como canción. Quizás sea el primer tema de rock de México que nazca de la musicalización de un poema. En "Teotihucan a go go" muy ad hoc a la música (que ya habíamos comentado) y al título, se plaga la canción de referencias a las culturas prehispánicas, sus instrumentos, sus personajes, sus rituales, etc. "Sniff Sniff Gulp Gulp" en este ámbito letrístico es de las que más destaca por su creatividad y originalidad, pues la historia se desarrolla con el uso de onomatopeyas del modo en que se utilizan mucho en los cómics, así entonces el coro se vuelve todo un reto, pues está formado únicamente por éstas onomatopeyas. "Tlalocman" nos presenta el himno del que quizás sea el primer superhéroe mexicano descrito en una canción de rock (muy reconocido y destacado el cover a este tema que hizo el hijo de Alfonso Arau, Sergio Arau con su grupo... unos mentados Botellita de Jerez). Los últimos temas son plenamente cómicos, divertidos y como todos los demás igual muy inteligentes en el uso de los campos semánticos, "Los monstruos" y "El peatón estaba muerto y el semáforo lloraba", que esta última igual trae su toque de crítica social, hacia la corrupción y el nepotismo, desde el humor.

Finalmente, un par de curiosidades de este material: aunque en la contraportada y en la etiqueta del disco se menciona que el tema "Los monstruos" va primero que "Tlalocman", realmente en el disco se reproduce primero "Tlalocman", seguido por "Los monstruos" (por si se llegan a topar con una copia del disco, ya estarán enterados de este error). La segunda es que en el insert/booklet (pieza muy difícil de encontrar en las copias que rondan del disco), como ya había comentado antes, no aparecen todas las letras de las canciones, sin embargo, aparece la letra de una canción adicional que al parecer no fue grabada, titulada "El juego terminó".

Hasta la fecha de hoy, lamentablemente, este material no ha conocido reedición oficial alguna y las pocas reediciones (sólo he conocido dos) "no oficiales" que rondan por ahí dejan mucho que desear. Este es un texto que ya tenía rato queriendo escribir para expresar mi gusto, admiración y cariño por este disco, que de pronto algunos intentan ningunearlo sin siquiera analizar a fondo su contenido. Pero más que nada esta ansia era por presentar y difundir este material para que más gente lo conozca y se enteren de esta joya oculta de nuestro rock hecho en México.